Después de un invierno frío, suele llegar una agradable primavera, y el dicho dice que “la primavera, la sangre altera”. Y es cierto incluso para las chicas Gilmore. Seguimos con nuestro repaso del año tanto fuera como dentro de Stars Hollow y por lo que están pasando nuestra madre e hija favoritas de la televisión. No dudes en seguir leyendo y descubre lo que alberga este segundo episodio.
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♥ Maravillosas ♥ |
La última vez que vimos a Emily, ésta había aceptado de buena gana el consejo de su hija: ir a una psicóloga y que esta la conociese. La presentación de ambas se nota cordial pero, respecto a la sesión en sí, son más frías que el invierno que hemos dejado atrás. Parece que Emily y Lorelai no pueden tener una conversación como un par de adultas que son sin discutir por cualquier gilipollez. El silencio se torna el mejor de los aliados, pero no soluciona nada, obviamente, aunque Claudia, la psicóloga, diga que revelan bastante. Bueno, amiga, para mí revelan que es mejor guardar silencio que matarse la una a la otra. Porque eso es lo que haría si Emily fuese mi madre, matarla, descuartizarla y dársela de comer a Paul Anka – al final he respondido al misterio de la anterior review–. Para mí, estas sesiones de terapia han sido un coñazo que no nos lleva a nada más que al pasado, sobre todo con Emily. “Hoy tenías que hablar tú, no yo”, le recrimina la matriarca y, sinceramente, no puedo estar más harta de tantos reproches estúpidos. Emily, tú eres la que vas a terapia, Lorelai está más de complemento a tu modelito que otra cosa. Habla tú, coño, que para eso es tu momento. Lorelai, por supuesto, no puede hacer nada más que disculparse por si ha hecho algo mal. Es una respuesta absurda a un momento absurdo, pero tampoco me extraña que lo traiga a colación porque ha estado toda la vida disculpándose por tratar de vivir su vida como le salía de ahí abajo. Y, claro, parece que si su madre no habla es porque la hija ha hecho algo mal. Lo que más me toca la moral de Emily es que sigue estancada en el momento en que su hija se quedó embarazada con 16 años. Sí, hija, sabemos que fue un momento duro, inesperado, que dolió pero, ¿no podemos seguir adelante? Tu hija podría haber acabado con su hija retenida por los Servicios Sociales, drogada o muerta pero NO, Lorelai es una mujer hecha y derecha, independiente, una mujer de negocios, y Rory es una chica inteligente, bastante capaz y haciendo lo que quiere– aunque su inteligencia y capacidad parece que no existen en estos momentos –. Creo que ya es hora de que Emily pase página, que deje de hacerse la víctima que ya fue. El papel lo hace de lujo pero, amigos, CANSA mucho. ¡Ya basta! Y además le echa en cara a Lorelai cierta carta de la que ella no tiene constancia. ¿Vamos a tener que llamar a Iker Jiménez para que nos resuelva el misterio de la carta o nos vamos a tener que poner de rodillas para suplicarle a Amy Sherman-Palladino que nos desvele esto para poder dormir?
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¡Las caras! |
Otra cosa que ya es el colmo, y que viene a colación de lo anteriormente expuesto, es la poca aceptación que tiene Emily de la vida de Lorelai. “Tú y Luke sois compañeros de piso con derecho a roce”. Mire, señora, actualícese un poco y deje de dar por culo. Puedo aceptar que no comprenda el porqué estos dos no estén casados, pero creo que un poco de respeto es lo que se merecen al menos. No hace falta casarse para ser feliz al lado de una persona. Es más, puede ser que te cases y que, con el tiempo, toda esa felicidad se esfume y sea Emily quien te reproche que por qué te vas a divorciar. Señora, ¿le tenemos que recordar que estuvo al borde del divorcio con Richard? Si no fue más allá es porque Richard Gilmore era un santo que la aguantaba y la quería, y usted también a él, pero hay matrimonios en los que el amor se acaba y mire, si uno está bien sin casarse no hace falta ir más allá. El problema es que estas “perlitas” calan en Lorelai y le vuelven la cabeza loca. Llevan 9 años juntos, son felices. ¡Se acabó el drama! Quienes tienen que dar el paso son ellos, no usted empujarlos. Y esto último nos lleva a otra de las cosas que más me sacan de quicio de Emily Gilmore: se tiene que hacer lo que ella diga. En este episodio sabemos que Richard siguió empeñado en que Luke creara sucursales de Luke’s Diner a lo largo y ancho de todo Estados Unidos, que expandiera el negocio y crease el famoso imperio. Ahora Emily empuja a Luke a que comience el imperio concertando una cita con un agente inmobiliario, ¡y todo esto sin decírselo a él de antemano! Pero, señora, ¡¿esto qué es?! ¿Por qué la prisa, por qué no contar con su aprobación? Emily, el negocio no es tuyo, sino de él. Pero, no lo voy a negar, toda la culpa no es de ella, Luke también tiene su ración. Entiendo que Luke tenga miedo a cabrear a Emily pero, tío, ya eres un adulto, enfréntate a ella, dile lo que piensas, que es tu negocio y no suyo. Yo qué sé. ¿De verdad es tan difícil ponerse firme con esta señora? Como si no me vuelve a hablar en la vida porque, según ella, ni apareces en las cenas familiares, así que para qué seguirle el juego. Además, no tiene suficiente con manejar los negocios ajenos, sino que también mete mierda entre Luke y Lorelai. “¡No te lo ha dicho!”, le dice respecto a la terapia. Señora, me está cansando. Tampoco soporto que le diga a Lorelai que no ha cambiado. La terapia no cambia a la gente de la noche a la mañana, ni tampoco es seis sesiones. Si la gente no habla, si usted puede sacar su mierda pero la otra se siente cohibida porque a ver qué le da por hacer a usted, entonces tenemos un problema de base. Emily necesita cambiar su actitud, perder la ira que tiene dentro, para que la situación evolucione o se va a quedar estancada. Lorelai evolucionó a base de palos, cuando la realidad la golpeó a los 16 años, pero Emily sigue con un palo metido por el culo que, francamente, se lo tiene que sacar ya porque así no va a ninguna parte.
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♥ Cuquis ♥ |
Por parte de Lorelai, lo más interesante que comenta en las terapias es la muerte de su padre. Como ya sabíamos, la muerte de Richard Gilmore juega un papel fundamental en este revival y, sobre todo, las consecuencias que tiene en cada una de las mujeres de su vida: su mujer, su hija y su nieta. Lorelai habla de la muerte de su padre, de que un infarto bastante grave se lo llevó de este mundo y de sus últimas palabras, “Dejadme en paz”. Como indica ella misma, puede tener hasta un punto divertido y simbólico ya que podría ocurrir que Richard estaba hasta los cojones de todo el mundo, pero no lo creo. Lo que sí se nota es que a ella le duele no haberse despedido de su padre y que el típico final de las películas lacrimógenas de Lifetimeno le haya ocurrido. Es normal, natural y humano. No despedirse de un padre cuando luego ves que ha muerto debe de ser terrible; es una herida abierta que parece no tener cura y, cabe la posibilidad de que, debido a ello, Lorelai esté enfadada con su padre y de ahí la cagada monumental del velatorio. Pero no es porque le encante boicotear a su familia, aunque hay otra frase que me llama bastante la atención: “No hago las cosas que haría mi madre”. No voy a pasar por alto que, en el fondo, a Lorelai le encanta hacer rabiar a su madre, aunque la cosa es mutua. Sin embargo, esto me parece no sólo una manera de diferenciarse por completo de ella, sino también de rebelarse. Lorelai, a pesar de tener casi 50 años, sigue rebelándose ante su madre, una progenitora machacona y criticona hasta la extenuación. Entiendo que lo siga haciendo pero ya tiene una edad y debería haber aprendido a que lo que le diga su madre, sobre todo en ciertas ocasiones, se la debería de resbalar. Necesita seguir creciendo y aprender de los errores. Una cosa que no ha aprendido– y ya te vale, hija mía – es sobre lo de mentir a tu pareja. Como ya decía en la review anterior, los problemas de comunicación con Luke son los que hicieron que su relación se fuese al traste – aparte de lo paradito que es aquí el amigo – y uno de esos problemas se debe a mentirse cuando surge algún tipo de bache en el camino. ¿Qué gana Lorelai mintiendo a Luke al no decirle que ha ido a terapia sola? ¿Qué gana Luke al no decirle que ha ido con su “suegra” a ver establecimientos para su “futuro imperio”? ¿Por qué parece que tienen quince años? ¡¿Por qué seguimos con esta gilipollez que hizo que vuestra relación se fuese a la mierda?! Entiendo que, creativamente hablando, tenemos que crear un conflicto entre estos dos para mantener la llama encendida pero, ¿era necesario esto? ¿No habíamos tenido suficiente con la absurdez del tener hijos o no después de nueve años juntos? Wow, Amy Sheman-Palladino, estás on fire, amiga.
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Todos tenemos una Paris |
Alejándonos de la vida sentimental de Lorelai, otro de los cambios que está experimentando es respecto al Dragonfly Inn. Michel está dando señales de agotamiento o, mejor dicho, el hotel, pues ve que no atraen al tipo de público que le gustaría a él. Recordemos que Michel siempre ha sido un hombre ambicioso, muy capaz y que en cualquier hotel se lo rifarían por tenerlo. Lo incomprensible – si lo analizamos fríamente – es que siga allí. Lorelai se teme lo peor, que Michel se vaya, y tampoco es de extrañar. Pero, sinceramente, espero que Jennifer Lawrence no aparezca por allí, porque más que hacer publicidad del sitio haría publicidad de ella en el sitio. Dos cosas completamente diferentes. Un factor que puede hacer que el hotel haya tocado techo es que no encuentran a un chef. O, mejor dicho, Lorelai no deja que ningún chef se quede el bastante tiempo como para comprobar si funciona o no. Comprendo que le duela que Sookie no esté allí pero, amiga, el negocio es el negocio y si la principal atracción es la cocina, ¡cuídala! Como ya dije, el gagde los chefs reconocidos está en su punto más alto y… ha decaído totalmente. No hace gracia, sino más bien da pena, puesto que se está cargando poco a poco su “bebé”. Lorelai, tía, necesitas centrarte, ser más jefa y menos amiga de la que se fue. Un detalle que no quería dejar sin comentar es que Liz y TJ se han metido en una secta vegetariana por accidente. Aunque Lorelai reacciona de forma negativa hacia el mundo vegetariano y sea una broma por parte de Amy Sherman-Palladino – porque ella el humor que tiene es ácido –, me parece de mal gusto. Puedes no comprender el vegetarianismo, puedes no estar de acuerdo pero, ¿actuar como si tuvieses dos años cuando tu madre te pone brócoli en el plato? En serio, ¡madurad! Lo mínimo es mostrar respeto y, sinceramente, meterse con los vegetarianos está tan pasado de moda como hacer doscientos comentarios en un mismo episodio sobre Lena Dunham. ¡Basta ya, por Dios! Por cierto, espero que Liz y TJ se queden en la secta por siempre jamás. A mí me harían un gran favor.
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¿Cary o Logan? Me sigue costando diferenciarlos |
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El próximo Caso Watergate viene de estas dos |
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#TodosSomosParis |
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MR. KIM |
En general, el episodio es mucho más alegre que el anterior y vamos conociendo un poco más esta nueva etapa de los personajes. Es interesante que las Gilmore estén en una crisis existencial, pero algo que no se puede evitar evidenciar es que algunas lo llevan mejor que otras. Un detalle a tener en cuenta es que Spring está escrito y dirigido por Daniel Palladino, por lo que todo queda en casa.
Por mi parte nada más excepto animaros a que dejéis vuestros pensamientos, sentimientos o cualquier cosa que se os haya pasado por la cabeza al ver este segundo episodio del revival y os cito en la siguiente review. ¡Nos vemos en Summer!
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#TeamParis hasta la muerte |
Pensamientos varios:
- Julia Goldani Telles, aquí Sandee, ya apareció en Bunheads, la otra serie de Amy Sherman-Palladino.
- Gypsy se hace cargo del stand de España en la Feria Gastronómica. Tenemos una representación preculiar.
- El sueño con el verdadero Paul Anka es de lo mejor de este episodio. Un nuevo guiño a la serie original.
- A Michel le relaja escuchar a Skrillex. Me va perfectamente con él.
- Cuando Emily y Lorelai pasan del silencio sepulcral a la carcajada limpia es de los mejores momentos madre-hija que hemos visto.
- Los Gilmore Guys aparecen en el Dragonfly Inn. Estos chicos son tan fans de la serie original que crearon un podcast hablando sobre ella y se hacen llamar los Gilmore Guys.
- Berta continúa en la casa aunque su presencia en el capítulo es mínima.
- Realmente Emily no entiende los emails. Ya me extraña a mí que sí.
- Rory le da un beso al retrato de Richard y una parte de mí se rompe.
- ¿La gente sigue usando Vine? ¡Pero si lo han cerrado!
- Se hace mención al matrimonio de Lorelai con Christopher. Se lo podrían haber ahorrado.
- ¡Caesar! Menudos pelos me llevas, amigo.
- “Call her mom”. La cara de Emily y Luke es un poema. Grandeza absoluta.
- Robert Castellanos, el abogado de Naomi, está interpretado por Jason Mantzoukas. Es conocido por ser el hombre de los perfumes en Parks & Recreation.
- Parece que la relación entre Rory y su madre se reduce a las llamadas telefónicas. Ugh.
- ¿Alguien le puede decir a Rory que pare con la absurdez del claqué, por favor?
- Mae Whitman, quien interpretaba a la hija del personaje de Lauren Graham en Parenthood, aparece en este episodio e interacciona con Lorelai.
- Michael Ausiello, fundador de TVLine y gran fan de Gilmore Girls, aparece en este episodio.
- Rory, PARA CON LO DEL PUTO MODELITO DE LA SUERTE. PRIMER AVISO.
- Aparte de las ya comentadas, hay referencias a: Law & Order, Blue Bloods, Jessica Chastain, Cate Blanchett, Alanis Morrisette, Wonder Woman (las referencias a ella ya estaban en la serie original), LinkedIn, Nick Cave, Radiohead, Queen Latifah, Scarface, Star Wars, Outlander (esta me ha llegado al corazón), etc.
Irene (@MissSkarsgard)