La primera pregunta es: ¿por dónde empezar esta crítica? Después de algunos capítulos flojillos, ya sabía yo que el season finale que nos esperaba sería épico. Sin embargo, me da la sensación de que se ha adelantado un capítulo, y que el último de esta temporada es difícil que supere al de esta semana. Todo se andará.


Rumple también ayuda a los Charming con Regina (al fin y al cabo ahora son todos familia) y les da una poción que hará que Snow vea y sienta todo lo que siente Regina, es decir, cosas no demasiado agradables. Finalmente consiguen rescatarla y aún con esas Regina sigue yendo de chula, diciendo que su plan era irse con Henry al Bosque Encantado y dejarlos a todos ahí muertos destruyendo Storybrooke gracias a un diamante que ahora tienen los dos locos de Greg y Tamara. ¡Qué peligro!
Todo esto nos lleva también a varias escenas de Emma y Neal juntitos, que son amor. Él pidiéndole perdón y ella diciéndole que también sentía que lo suyo no hubiera podido ser. Y cuando finalmente descubren que es Tamara la que tiene presa a Regina, hay una escena de acción algo cómica entre ella y Emma, con Neal con un tiro en el pecho, que acaba con una judía mágica rodando por el suelo y un nuevo portal interdimensional abierto y a puntito de tragarse a Emma. Cuando parece que están a salvo, y que va a salir todo bien, el suelo se hunde y tiene lugar una de las escenas más dramáticas de la serie, Neal y Emma se declaran su amor justo antes de que él caiga herido en ve tú a saber qué mundo, y ella se queda destrozada. Y ahí es cuando yo casi lloré.
Y ya hemos llegado casi al final de la segunda temporada, y parece que fue ayer cuando empezó la serie... Esperemos, solamente que nos notifiquen pronto una renovación, que parece que la cosa se está alargando, y no llega la noticia de la tercera temporada. ¡Nos vemos en el season finale!
Doralicia (@doralais)
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