Quantcast
Channel: El Blog de las Series Americanas
Viewing all 1377 articles
Browse latest View live

The Haunting of Hill House convierte una idea trillada en una maravilla

$
0
0

Tras ese sopor siestero y moda pasajera de Netflix que fue Maniac, la plataforma todoterreno por fin nos ha traído una de esas series que sí dejan huella: estoy hablando, cómo no, de The Haunting of Hill House. El nuevo éxito de Netflix (con el permiso de la española Élite) ha recibido grandes halagos por parte de la crítica de forma casi unánime, y no es para menos. Es por eso que creo que resulta interesante pararnos a reflexionar sobre qué es lo que hace tan especial la serie de Mike Flanagan, y cómo es posible que haya gustado tantísimo. ¿Es Hill House el nuevo "billete de 50 euros" de la plataforma, que gusta a todos? Yo digo SÍ.

Con el bombardeo de series que recibimos cada año (ya es imposible seguirle la pista a todas), se hace muy difícil encontrar una nueva que realmente enganche. Lo más habitual es tener esa sensación de "dejà vu"; yo ya he visto esto, eso me suena, esto no me estimula lo suficiente. Y, sin embargo, Hill House viene a demostrar que no es tan importante tener ideas pioneras (nadie negará que el tema de las casas encantadas está muy trillado), sino aplicar nuevos enfoques... y, por qué no, formatos.


Contar la historia de una casa encantada en formato de serie, en lugar de película, ha sido una grandísima idea: ha permitido que la trama tuviera el tiempo necesario (ni más, ni menos) para desarrollarse. El tiempo justo que requería para que conociéramos a fondo a sus personajes y creásemos una conexión emocional con ellos - algo que, ciertamente, resulta más complicado que ocurra cuando la historia solo cuenta con dos horas de duración.

Porque Hill House es, al final del día, una serie que ha tratado con muchísimo cariño a sus personajes. Es, ante todo, un drama familiar con una ambientación tan cuidada, tan tétrica y espeluznante, que nada tiene que envidiar al cine. Y es que los "sustos", los fantasmas, no tenían nada de gratuito: había un fuerte componente psicológico en la oscuridad de la trama. Un experimento narrativo brutal sobre cómo la estancia de una simpática familia en una casa encantada (el cliché) modeló y, en gran medida, arruinó sus vidas como adultos (el nuevo enfoque).


Muchos hablan de los brillantes planos secuencia del sexto episodio (que sí marca, en muchos sentidos, un punto álgido en la serie), pero lo cierto es que cada episodio vale, a su manera, oro. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto todos los capítulos de un "maratón". Unos hermanos me han gustado más que otros, por supuesto, pero el conjunto de la historia satisface, engancha, encaja como las piezas de un puzzle. Y ahora solo me queda el arrepentimiento de haberla fulminado en un solo fin de semana... ¡maldita seas, Netflix! No todos tenemos autocontrol.

PD: Mike Flanagan ya es un habitual de Netflix. Debutó con dos películas que son, para mi gusto, lo mejor de terror que ha dado la plataforma: Hush, con Kate Siegel (Theodora en Hill House), sobre una mujer sordomuda que se esconde del mundo, pero a la que el mundo inevitablemente acaba encontrando... yEl juego de Gerald, con Carla Gugino (Olivia en Hill House), adaptación de Stephen King sobre un juego macabro que destapa los miedos y tramas ocultos de una esposa. Ambas ejecutadas con el mismo buen gusto que Hill House, por lo que habrá que seguir la pista a este hombre...


Isidro López (@Drolope)


Crítica del 9x03 "Warning Signs" de The Walking Dead: Jugando a True Detective

$
0
0

Llevo escribiendo las críticas de The Walking Dead durante años, y lo cierto es que es un hábito que me resulta casi imposible dejar. Incluso siendo la serie, como es ahora, mucho menos brillante. Pero basta de dramas: "Warning Signs" ha sido tenso y emotivo, que ya es más de lo que se puede decir de episodios anteriores. Y como ya hemos analizado sobradamente todo aquello en lo que The Walking Dead falla (y sigue fallando), pretendo obviar mi lado más emo para desmenuzar únicamente aquellos aspectos que sí han funcionado en "Warning Signs".

¡Como siempre, spoilers!


La tensión de que una guerra vuelva a estallar está siendo el leitmotiv de la temporada. El truculento asesinato del imbécil del capítulo anterior hará estallar, finalmente, todo ese rencor ya imposible de retener. "Warning Signs" deja patente así los dos métodos enfrentados e irreconciliables del nuevo mundo: el de Rick, apoyado por Michonne y Carol, en el que cada vida importa (hay que perdonar, venga, seamos colegas, hagamos leyes, me salen flores del culo); y el de Maggie, apoyado por Daryl, más del tipo "no tengo el chichi para farolillos" y que quedó instaurado al colgar a Gregory. No es, sin embargo, una mujer megalómana, pues no pierde de vista que algunas personas, como el herrero, sí merecen perdón. Lo que sí asume también, por contra, es que hay personas que no lo merecen.

La inquietud y mal rollo de muchas escenas, rodadas en la noche, ha estado bien lograda en "Warning Signs". Y, mientras Rick y Carol pudieron perdonar a un hombre que a punto estuvo de dejarla hecha un cuadro, Maggie y Daryl no pudieron dar lo mismo a una mujer que realmente intentaba cambiar. Que aseguraba haberlo hecho. He aquí un conflicto, por fin, interesante y bien tratado: ¿basta con arrepentirse de tus pecados? ¿Qué ocurre cuando has llegado demasiado lejos? Para Maggie y Daryl, algunos actos no merecen perdón. Al permitir que Arat sea asesinada (yo NO olvido que mataste a Olivia, por cierto), los amigos de Rick están dando la espalda a su sistema y proclamando un golpe de estado en toda regla.



¿Vive Rick, en cierto sentido, de espaldas a la realidad? El principio del episodio, digno de La casa de la pradera, parece dar a entender que Rick vive en una especie de burbuja idílica que la realidad siempre terminará pinchando. Y aunque Maggie, también con un hijo, quiera el mismo futuro seguro y en armonía que Rick –es por ello que, a pesar de todo, le respeta–, los fantasmas del pasado siguen pesando demasiado para ella. Pero es fácil ponernos en si piel... ¿Rick sería tan benevolente si hubiera sido Michonne la asesinada brutalmente? Probablemente no. Lecciones vendo, que para mí no tengo...

Toda la trama, además, de Lady Mierda y el Cura Mierder han dado a "Warning Signs" un aire de intriga y traición que le ha sentado muy bien. Su romance, salido un tanto de la nada, no resulta del todo creíble, pero ya dije que esta crítica iba a estar escrita (para variar) en un tono positivo, así que me limitaré ha comentar que ha sido interesante el secreto que ha destapado Lady Mierda, pues podría ampliar los horizontes de la serie... y, francamente, prefiero eso, ese misterio, la promesa de algo mejor, a otra guerra insufrible entre Salvadores y Rickanianos.

¿Qué os ha parecido a vosotros el episodio? A los que quedáis viendo la serie, quiero decir...

¿Se puede cambiar realmente...?


Isidro López (@Drolope)

Vamos a decirlo otra vez: Outlander es mucho más que tórrido folleteo

$
0
0

Señor, llévame pronto. Llévame pronto te pido, porque la paciencia de uno, la tolerancia para leer tonterías, tiene un límite. Y en lo que concierne a Outlander, el cupo de memeces que he leído ha sobrepasado con creces el tope. Porque y venga a darle Perico al torno. Que Outlander es una telenovela que triunfa porque muestra folleteo estupendo entre una guapa modelo y un fornido escocés, que qué pasión, qué fuego, qué guapazos... y qué tontería de serie. Pero quizá todas estas rancias y superficiales críticas estén revelando más del emisor que del receptor...

Resultado de imagen de outlander gif

Las reflexiones que os expongo a continuación surgen a raíz de la lectura de este artículo de Cecilia García en su blog del periódico 20 Minutos. Es imprescindible decir, antes de nada, que su opinión es absolutamente respetable: ella puede entender Outlander como le dé la real gana, faltaría más. Lo que yo pretendo es, tomando como referencia su artículo, analizar esas valoraciones que realiza sobre la serie y tratar de comprender qué es exactamente lo que está criticando, lo que nos quieren venir a decir ella y, por extensión, todos los críticos™ que hablan de Outlander en estos términos, con ese tonillo. ¿Me entendéis, verdad? El tonillo.

La autora viene a asegurar, básicamente, que vemos Outlander por el folleteo. Así de claro. Que la historia es un sinsentido, pero todos estamos embobados y seguimos enganchados a ella por ese fuego escocés que abrasa la pantalla. Porno con trama, para que nos entendamos. Llega a decir que la primera temporada "se asentó sobre sexo" (?). Que baje Dios y me explique esa afirmación, si us plau, porque mi mente no alcanza a descodificarla. O es demasiado simple, o demasiado compleja, o yo no sé ya nada de la vida.

Pero es interesante reflexionar sobre la palabra que ha escogido la autora: Sexo. Podría haber entendido que la serie se asienta sobre el amor, o sobre el romance, pero el concepto que prima para ella, el pilar básico de Outlander, es el folleteo.

BOOM, PREGNANT.

Ese tonillo del que hablaba antes, y que impregna tanto este como muchos otros artículos de Outlander, es resultado del mal uso que estos autores hacen del concepto del sexo. Lo banalizan, le arrebatan su significado. Le dan una nueva acepción: el sexo es algo facilón, de poca calidad; un gancho fácil para el público. Pero, si te paras realmente a pensar en lo que están diciendo, te das cuenta de que no están diciendo nada. Solo están dando voz a sus prejuicios, exponiendo su visión más que corta de miras sobre una cuestión mucho más amplia y compleja.

Porque el sexo en pantalla, evidentemente, atrae público (sería ingenuo no aceptar eso), pero se están quedando escuetos a la hora de describirlo. El sexo es placer y poder, tal y como explotaba Spartacus, pero en Outlander también es muchas otras cosas. Le dan mayores significados. Emplean el sexo como un recurso para fortalecer la fuerte conexión emocional entre Claire y Jamie pero, como ella misma espetaba a Brianna (y al espectador) en el final de la segunda temporada, "lo que yo y Jamie tuvimos fue mucho más que follar". El tratamiento de Outlander sobre el sexo podría dar pie, en general, a análisis muy meticulosos si nos dejáramos de tanta tontuna –en especial en la tercera temporada, cuando Claire y Jamie tienen sexo con terceras personas por diferentes motivos (véase el 3x02 "Surrender")–.

Es por eso que me molesta que se analice Outlander de esta manera: porque no es una crítica inteligente, aguda ni enriquecedora, sino un desprecio a una serie que trata sobre amor y sentimientos; es decir, sobre "esas cosas de mujeres" (nótese la agria ironía). Al reducir Outlander a "folleteo" facilón, dejan implícito que una serie que hable esencialmente sobre amor (el cual, oh, sorpresa, conlleva sexo) nunca podrá ser de tanta calidad como Game of Thrones, por ejemplo. Porque en la serie estrella de HBO hay sexo a montones pero, ¿leéis tantos artículos sobre ella reduciendo la clave de su éxito al folleteo como de Outlander? No, claro que no. Porque Game of Thrones tiene dragones, batallas y "cosas de machos" mientras que Outlander, aunque también con grandes dosis de violencia, da un enfoque más sentimental a sus tramas; prefiere centrarse en el dolor emocional que genera la batalla más que en la batalla en sí misma.

La lógica de las asociaciones mentales que ejecuta esta gente es tal que así:

Sentimientos explícitos de amor = sentimentaloide = telenovela = de poca calidad

Resultado de imagen de outlander sex gif
Ya lo sabes tú, jeje.

Las series magistrales siempre son Mad Men, Breaking Bad True Detective; cualquier serie oscura con machotes de protagonistas, para que nos entendamos. Y el sexo es de calidad cuando es turbio y supone un juego de poder. Pero cuando implica amor, y está rodado con la sensibilidad tan poco valorada que logra Outlander, pues, vaya, ya no es magistral. Es entretenimiento fácil, una "ficción ligera". Pero quizá sea en muchos casos el prejuicio del espectador el que le lleva a interpretar Outlander de esta manera. Y quizá deberíamos revisar nuestras prioridades y meditar sobre qué entendemos por "calidad". La autora disfruta mucho, afirma, Outlander... por tanto, ¿qué le falta para que la considere seria y de calidad? ¿Por qué unas sí y otras no? ¿Qué parámetros empleamos para valorar si una serie es "de culto" o "ficción ligera"? 

¿No os huele a rancio, en definitiva, que una serie que habla desde una perspectiva femenina sobre el amor reciba tantos menosprecios? No es solo porque se folle mucho, desde luego, porque en otras series también hay despelote a montones y no reciben las mismas críticas. Y aquí estamos nosotros, que podríamos estar hablando de su impecable ambientación, de sus excelentes actores, de su trama conmovedora y compleja, llena de crítica social, mágica y con rigor histórico al mismo tiempo... pero no. Seguimos hablando, cuatro años después, de que vemos Outlander porque "el folleteo, jiji". Pues quizá la veamos por algo más... 


Isidro López (@Drolope)

Crítica del 9x04 "The Obligued" de The Walking Dead: La bomba a punto de estallar

$
0
0

¿Queda alguien viendo The Walking Dead? ¿Estoy solo? ¿Hay alguien leyéndome al otro lado? Las críticas semanales, en otros tiempos llenas de seguidores comentando, son ahora poco más que mi retablo de las penas; una especie de putrefacto zombi, parodia de lo que antaño fueron... Pero vamos al meollo: resulta que este episodio ha sido el mejor de lo que llevamos de temporada, y es preciso analizar por qué...

Solo por esto ya lo habría sido, pero hay más... <3

"The Obligued" ha sido, en general, un capítulo que ha mantenido muy bien la tensión y se ha articulado en torno a dos figuras, ¿contrapuestas?, ¿complementarias?, como son las de Rick y Michonne. Mientras él simboliza la luz, una manera idealista e ingenua de enfrentar las circunstancias, Michonne viene a presentar una forma más oscura y compleja de entender la vida. Ella quiere ser Rick, pero... no le sale. Al caer la noche necesita dar rienda suelta a una parte de sí misma que no puede olvidar. Porque Michonne no hace picadillo zombis solo en caso de urgencia: lo hace porque lo disfruta, porque encuentra en ello placer... y nuestro maromo favorito lo sabe.

Su frente a frente con Negan ha sido, por derecho propio, uno de los mejores diálogos que ha tenido The Walking Dead en mucho tiempo. Es como si la serie hubiera recordado la joya en bruto que tiene en ella. Quizá por la marcha de Rick –y sin el quizá, los guionistas han decidido que es hora de "rescatarla" de las tramas un tanto secundarias que había tenido los últimos tiempos. Visto desde esa perspectiva, tal vez la muerte de Rick pueda hacer reflotar a Michonne... hundirla moralmente, pero elevando su interés narrativo, que falta le hace...

Eso ha dolido, joder.

Porque "The Obligued" se ha sentido como el principio del fin: esa charla tan conmovedora entre Rick y Carol, en la que él admiraba la mujer en quien se ha convertido, y el enfrentamiento con su "hermano" Daryl recordando a Glenn olían a homenaje, a despedida (¡incluso tuvo palabras bonitas para Eugene!). Queda por despejar, no obstante, la gran incógnita... ¿The Walking Dead podrá continuar sin Rick? Los guionistas se van a lanzar, desde luego, a la piscina: el hueco que deje Rick lo llenarán Daryl, Michonne, Negan y Carol. Y lo cierto es que, más que la marcha de Rick, me preocupa que los guionistas no sepan replantear la serie y sigan insistiendo en tramas insulsas y repetitivas que no le sientan nada bien. ¿Otra guerra insufrible y mal ejecutada? No, gracias.

Pero gracias, The Walking Dead, por marcarte por fin un episodio decente. No ha necesitado ninguna gran batalla para resultar espectacular, pues le ha bastado con centrarse en los grandes personajes que ya tiene en lugar de perderse en tramas dispersas de randoms. Y lo mejor son las preguntas que quedan en el aire... ¿es ese realmente el final de Rick? ¿Maggie logrará cumplir su venganza? ¿Daryl tendrá que tomar forzosamente el lugar de líder en ausencia de Rick? ¿Y qué papel jugará Negan en este nuevo mundo? ¿Podría la falta de Rick llevar a Michonne de nuevo a la oscuridad? Movidas are coming...


Isidro López (@Drolope)

Crítica del 9x05 "What Comes After" de The Walking Dead: El mejor episodio en años

$
0
0

Por fin ha sucedido lo que tanto esperábamos. Uno de los grandes protagonistas de The Walking Dead ha dicho adiós (¿o más bien hasta luego?), y lo ha hecho en un episodio que ha servido como homenaje no solo al propio personaje, sino a la historia de toda la serie. Mentiría si no digo que me ha emocionado: "What Comes After" ha sido, en muchos sentidos, uno de los mejores episodios de la serie en larguísimo tiempo, recordándonos de lo que The Walking Dead es capaz.

¡Spoilers!


Que un personaje tenga "alucinaciones" es un recurso muy atractivo, porque permite a la serie en cuestión jugar con la narrativa e incluir elementos que de otra forma no serían posibles. Y así ha sido en The Walking Dead; el estado mental de Rick ha permitido un auténtico "paseo de la fama" que ha traído de vuelta algunos de los personajes más icónicos de la serie: Shane, Hershel (aparición especialmente emotiva, pues Scott Wilson falleció recientemente) y Sasha. Antes de ver el episodio tenía el miedo de que, como sucedió con la muerte de Carrrrl en el 8x09 "Honor", no acabara de emocionarme... pero eran temores infundados, porque "What Comes After" ha tenido toda la emoción que había faltado en la serie demasiado tiempo.

El leitmotiv de The Walking Dead, esa búsqueda primitiva por parte de Rick de su familia, ha sido el tema central del episodio... ¿y qué mejor idea para volver a emocionar, ciertamente, que mirar de nuevo a la época dorada de la serie? Un poco de filosofía buenrollera, marca de la casa, sobre cómo las personas se hacen mejores las unas a las otras, sobre cómo la gente "nunca muere" pues sus esencias perviven en aquellos que sobreviven y transmiten su legado... y ello es, si lo analizamos fríamente, lo mismo que lleva contando la serie a través de Rick mucho tiempo, pero en "What Comes After" lo ha hecho, por fin, de buena manera, y no con el petardeo que la llevaba caracterizando desde hace temporadas.

Las últimas palabras de los Grimes... no estoy llorando, TÚ estás llorando.

Pero es que el episodio, además, ha brillado con luz propia gracias a una de las escenas más potentes que la serie ha tenido en mucho tiempo, y que ni siquiera ha requerido de zombis ni violencia. El encontronazo de Maggie y Michonne, inevitable y largamente esperado, ha sido conmovedor por su crudeza, por su honestidad, pues Maggie dijo a Michonne unas cuantas verdades. ¿De haber sido Rick el asesinado, ella habría permitido vivir a Negan? Todos sabemos que no; incluso la propia Michonne lo sabe. Y es entonces cuando Michonne comprende y deja que Maggie finalmente acabe con Negan y pueda seguir adelante... ¿pero Negan ya no existe? No sé hasta qué punto estamos viendo a un Negan roto, o a un Negan calculador que se ha currado la actuación del siglo para evitar ser ejecutado. Juzguen vosotros mismos...

Y ahora que Rick se ha ido para siempre de The Walking Dead (que no de su universo narrativo, pues protagonizará una trilogía de películas... lo cual es para mearse y no echar gota, por cierto), queda preguntarnos hacia dónde va la serie. Va a resultar, sin duda, muy extraño ver un episodio donde no esté Rick, que lleva siendo el centro de las tramas desde tiempos inmemoriales. ¿Michonne, Daryl y Carol tienen la fuerza suficiente como para mantener The Walking Dead? Negan tomará peso en las historias que están por venir, aunque aún no sabemos de qué forma. Maggie, por otra parte, podría ser la perfecta heredera de Rick, pero Lauren Cohan también abandonará pronto el barco (para nuestra desgracia), por lo que queda preguntarnos... ¿y ahora qué?


La Judith molona de la escena final, increíble y todopoderosa continuadora de la estirpe de los Grimes, ha sido todo un puntazo. Y también una metáfora; un símbolo de la nueva The Walking Dead que llega. Y yo que me alegro. La serie estaba tan quemada que quizá este borrón y cuenta nueva le siente estupendamente. Puede que lo que está por llegar no funcione, pero es que lo que había ya no estaba funcionando. Toca mirar hacia delante y tener esperanzas por este nuevo universo de posibilidades que se extiende ante nuestros caretos. Y alegrarnos de que un personaje tan mítico como Rick haya tenido la despedida que merecía...

Imagen relacionada
Fue un placer, Rick. Siempre serás mi macizo favorito. Bendiciones y hasta pronto.


Isidro López (@Drolope)

Crítica del 4x01 "America the Beautiful" de Outlander: El sueño americano

$
0
0

Tras muchísimo tiempo de espera,Outlanderpor fin ha regresado, y lo ha hecho con un episodio que sienta las bases de ese nuevo mundo a explorar, salvaje y peligroso, que es América. Pero no solo un nuevo mundo se nos presenta en la serie, sino también una nueva etapa: ahora, los Fraser tendrán que enfrentarse a un continente y a dinámicas muy diferentes de aquellas que nos enamoraron en la primera temporada. ¿Lograrán enamorarnos de nuevo en América? El primer episodio, aunque no especialmente brillante, conmueve y promete...


Siempre he escuchado a muchos fans decir que cuando mejor funciona Outlander es en Escocia. Y lo cierto es que esa afirmación tiene mucho de verdad: el paisaje, la historia y esa magia tan particular de las Highlands siempre han sentado de maravilla a la serie, y la etapa en Francia quizá sea (incluso con todos sus méritos) una de las más flojas o, como mínimo, de las menos apasionantes. Pero no menos cierto es queOutlander es una serie que mira hacia delante, que siempre está en busca de nuevas aventuras (su razón de ser), y América es un continente lleno de tantas posibilidades, de tantos desafíos, que resulta estimulante imaginar lo que los Fraser podrían vivir allí.

"America the Beautiful" condensa bastante bien lo que es Outlander: una serie donde, como en la vida, puede pasar lo más bonito y lo más terrible. La vida y la muerte se dan de la mano, y la propia Claire es consciente de que aquello que tiene junto a Jamie, aquel matrimonio que tantísimo les ha costado construir, podría desaparecer en el momento más inesperado. El episodio se estructura en ese sentido: comienza con muerte, se desarrolla con lo mejor de la vida –Claire y Jaime tentados con las oportunidades que ofrece América, y se cierra de nuevo con muerte y la peor de las lecciones, pues Stephen Bonnet viene a simbolizar a la perfección lo que es América: un lugar salvaje y poco agradecido. El "sueño americano" es un todo vale; puedes cosechar tu éxito pisoteando tanto a los nativos americanos como a tus compañeros europeos.

No estoy llorando, TÚ estás llorando.

Mención aparte merece la escena de Ian y Jamie. Outlander, de nuevo, vuelve a lidiar de forma sobresaliente con un tema poco tratado en televisión: la violencia sexual a hombres. En este caso, además, con un matiz más original, pues la agresora era una mujer. Donde otras series hubieran hecho chistes y mofas de mal gusto ("vaya, tuvo que acostarse con un pivón como Geillis, qué pena jeje"), Outlander hace una introspección más seria y realista del dolor que arrastra un chico al que una mujer mucho mayor y más poderosa obligó a hacer cosas que no quería.

El episodio ha sido, en general, bastante bueno, aunque quizá no haya terminado de despegar (al menos hasta el final). He echado en falta que hubiera algo más de continuidad entre el final de la pasada temporada y este episodio. Ese salto de cuatro meses en el tiempo ha impedido que viéramos como los Fraser se asentaban en Carolina del Norte tras el naufragio; los hemos encontrado ya directamente en una situación de relativa estabilidad que no se terminaba de corresponder con lo que yo esperaba ver –un poco más de aventura buscando dónde instalarse, de emoción al reencontrarse con los otros. Y también me gustaría ver un poco más de Fergus y Marsali, tratados de forma demasiado secundaria. 


Por lo demás, ha sido un capítulo con mucha ternura que ha presentado de forma atractiva esa dualidad de América: lo sucedido al final, que se sintió como un bofetón (qué buena actriz es Caitriona Balfe, no nos la merecemos), nos despertaba del sueño y nos recordaba que no les va a ser tan fácil construir una vida juntos en ese continente donde, doscientos años después, nacerá Brianna. Y en un futuro más próximo, en 1775, estallará otra guerra... en la que, por cierto, España participará del lado de los americanos, recuperando al final como recompensa la Florida y Menorca (ups, spoiler). Los ingleses morderán el polvo, para alegría de Jamie...

Me apasiona la historia de América, y algo me dice que Outlander va a marcarse una gran cuarta temporada. Es el nuevo gran continente que merecen los Fraser. Y aunque, como ya comentaba antes, no es Escocia, probablemente tampoco necesite serlo. Su esencia, como ya vimos en la escena de la taberna, viaja con Jaime y el resto de escoceses... será una gozada ver todo lo que son capaces de construir; siempre, eso sí, con los ventajosos spoilers de Claire para caer, de una vez por todas, en el lado vencedor de la Historia.

¿Qué os ha parecido a vosotros y vosotras el episodio? Me encantaría leer vuestra opinión. De momento toca esperar para el siguiente hasta el 18 de noviembre...


Isidro López (@Drolope)

Porque se han ganado su tiempo

$
0
0

Se habla muy poco de lo maravillosa que es Grace & Frankie. Es una serie de Netflix que sigue ahí temporada a temporada, sin dejar nunca de renovar, pero tampoco haciéndolo a lo grande. Al menos en el sentido mediático de la expresión. Nunca se suele colar en la lista de series mejor valoradas, ni entre las más populares. No tiene dragones, ni acción, ni grandes efectos... pero tampoco los necesita, porque convierte en épico algo tan simple como cruzar un paso de cebra.

Grace & Frankie es una serie con mucha luz. Es tierna y realista, pero tiene al mismo tiempo unas espectaculares dosis de rancio sarcasmo que poco tienen que envidiar a Bojack Horseman. Cada vez que Brianna y Grace abren la boca, arde Troya. Y más allá del humor, glorioso en ocasiones, lo que subyace es una realidad mucho más atrevida que la serie proclama a gritos: que Grace, a pesar de su edad, no está definida por su rol de abuela. Que no le gustan los niños, ni los necesita. Que quiere seguir siendo una mujer de negocios, dirigiendo, aconsejando, follando. Que es una mujer con deseos propios y no el cliché tierno, calladito y asexuado de abuela que tan cómodo sería para la sociedad.


Porque es una serie que da voz a quienes no la tienen, o a quienes solo la han tenido de forma distorsionada. ¿Qué tipo de abuelas hemos visto en las series? Podríamos hablar del papelón de la de Happy Valley, compleja y con muchísimos ángulos, pero no es lo habitual. Pocas se sienten de verdad, porque quedan relegadas a un segundo plano. Se han convertido en viejitas y, por ello, deben quedarse a un lado sin molestar mientras los jóvenes se abren paso. Como mucho, transmitir su sabiduría y aconsejar, rollo la Abuela Sauce de Pocahontas. Pero, ¿a costa de quiénes se abren paso? ¿No están los jóvenes pisoteando, sin querer queriendo, a las mayores?

Grace & Frankie es un canto precioso a la vida: "seguimos aquí". Y, sin embargo, no comete el error de idealizarlas. Porque tienen la edad que tienen. Grace pasó media temporada con la rodilla dolorida por un mal golpe. Frankie ha dado sustos en cuestiones de salud. Grace & Frankie no pretende venderlas como heroínas que todo lo pueden, más bien al contrario; son mujeres de carne y hueso en todos los sentidos. Que tienen problemas de la edad, sí, pero que quieren que se las tome en cuenta. Que sufren de dolores de huesos, pero que no quieren que duden de su capacidad para hacer negocios. Que quieren que se las trate con respeto, pero no con paternalismo ni condescedencia. Y cruzamos esas líneas tantas veces con las personas mayores, y en particular con las mujeres.


Y el 5x04 "The Crosswalk" condensa maravillosamente bien lo mejor de la serie; me refiero, por supuesto, a la trama del semáforo con temporizador. Frankie exige al regulador de tráfico que les conceda unos segundos más para cruzarlo a las personas que lo necesitan. Porque siguen ahí. Porque importan. Y, cuando Grace se "toma su tiempo" para cruzarlo y retrasar la media, el regulador le echa en cara que podría haberlo hecho más deprisa. Pero, ¿y qué? Se ha ganado su tiempo. Todas se lo han ganado. Y quizá esperar cuatro segundos más por ellas es lo menos que podemos hacer. Sin paternalismo ni condescedencia. Pero con respeto y humanidad.


Isidro López (@Drolope)

Outlander coloniza el Nuevo Mundo en su cuarta temporada

$
0
0

Al acabar la tercera temporada de la serie, dejamos a Claire y Jamie empapaditos en una playa norteamericana sin saber qué iba a ser de sus vidas a partir de ese momento. Obviamente, les ha pasado de todo, pero su amor ha conseguido superar toda adversidad, o casi toda. En global, para mí no ha sido la mejor temporada de la serie, pero si por algo destaca esta temporada, es por la incorporación, esta vez con todas las letras, de Brianna y Roger, que han pasado a llevar con ellos gran parte del peso de la serie. ¿Queréis que hablemos de cómo ha ido esta cuarta temporada?

¡Cuántas cosas te pueden salir mal si te conviertes en náufrago al otro lado del océano! Pero no si te llamas Claire o Jamie. Si te llamas Claire o Jamie, llegarás a un país que no conoces y te darán tierras para que construyas tu casa tranquilamente y, aunque al principio no les gustarás, te acabarás haciendo amigo de los nativos que habitaban esas zonas que estás colonizando porque sí -e incluso les entregarás a tu sobrino-. Si tienes este nombre, te enterarás de datos secretísimos que ayuden a tus amigos y aunque cometas errores, podrás repararlos de una forma u otra porque en la enorme América, todo lo que te suceda estará relacionado de una manera u otra con tu persona. ¡Vivirás el sueño americano! O no, ya que durante toda la temporada, la pareja protagonista ha peleado por mantener su integridad física, y por proteger aquello que es suyo, eso es innegable, nada les ha sido regalado; sin embargo, quizás esa buena suerte suya sea por momentos algo inverosímil. Algo que aprecio de la serie es que, por muchas cosas que les ocurran, Jamie y Claire siguen siendo los mismos que en los inicios de la serie. Han vivido muchas aventuras y dramas, pero siguen teniendo la misma fortaleza y frescura que cuando se conocieron, solo mejorando con los años con los aprendizajes que todas sus vivencias les proporcionan. Me sigue sorprendiendo la naturalidad con la que Claire afronta los eventos propios de un siglo que, quizás sin darse cuenta, ya se ha convertido en el suyo, siempre haciendo uso de una mentalidad avanzada para la época propia de sus vivencias en el siglo XX y sacando partido de aquello que sabe que pasará. Por otro lado, también me asombra cómo Jamie es capaz de moldearse para adaptarse a nuevas situaciones constantemente, aunque algunos comportamientos suyos de esta temporada, han sido un poco decepcionantes.
Algo que ha caracterizado la temporada ha sido el gran número de personajes que han pasado por la pantalla y la falta de un hilo conductor claro y de una finalidad en la temporada. Desde el primer capítulo de la temporada hasta los títulos de crédito del último capítulo, las idas y venidas que han sufrido los personajes han sido imprevisibles y sin un rumbo fijo, o al menos aparentemente. Hemos conocido nuevos personajes como la tía Jocasta, que ha tenido una gran relevancia sin apenas mover un dedo, o como Bonnet, odioso como él solo y de quien, estoy segura, todavía no podemos despedirnos. También nos hemos reencontrado con personajes como Murtagh, que va a tener una vida difícil en la próxima temporada o Lord John y el pequeño Willie a quienes me pareció inesperado volver a ver. Y hemos visto poco de personajes a los que podrían explotar más como Fergus y Marsali.

Pero dejando momentáneamente de lado a los personajes, debo destacar algo que me maravilla: la facilidad con la que ahora todo el mundo es capaz de viajar a través del tiempo. Si pensábamos que las piedras eran sexistas y solo dejaban viajar a las mujeres, estábamos equivocados. ¡Los hombres llevan tiempo haciéndolo! Solo hacen falta un par de gemas para poder darte un paseo por otro siglo si te apetece -ojalá Jamie viajando al futuro-. Así es como Brianna y Roger acabaron en el siglo XVIII, cada uno en su momento y por sus motivos. Ambos personajes me han sorprendido pero por causas muy diferentes y tengo bastantes quejas con respecto a uno de ellos. 

Por un lado, el trabajo que ha hecho Sophie Skelton a lo largo de la temporada me ha parecido magnífico, y es por ello que Brianna me ha resultado un personaje mucho más interesante de lo que esperaba, con muchos más matices y una profundidad mayor que otros personajes de la serie. Me parece que el dramatismo de la historia que la ha acompañado en esta temporada, ha permitido que el personaje madure y que pase de ser una niña a una mujer responsable y luchadora. Sobre todo, me ha gustado mucho la conexión que ha establecido con Jamie, compartiendo el dolor de una situación traumática como fue la agresión sexual que ambos sufrieron. Por el otro lado, necesito quejarme de Roger, y no solo de él, sino de su tóxica relación con Brianna. ¿Que su historia es bonita? No, lo siento. Puede parecer muy romántico viajar en el tiempo para buscar a la mujer a la que quieres, pero no si eres un machista empedernido como Roger. El personaje se ha criado en un ambiente conservador, pero eso no justifica algunos de sus comportamientos y ha pasado de ser para mí un personaje majete a pensar de él que es tonto, y no precisamente porque Richard Rankin no haya hecho bien su papel.

La temporada ha tenido episodios muy buenos, que despertaban el interés y te dejaban con ganas de ponerte a ver el siguiente en seguida, en especial la parte central de la temporada. No obstante, también ha tenido algunos episodios más flojos en los que se trazaban esbozos de lo que pasaría después. Estados Unidos no ha sido Escocia, no ha desprendido esa magia que los bosques fantásticos y los castillos de ese país, pero ha permitido ver el lado más salvaje y más aventurero (si es que no eran ya aventureros) de los personajes y descubrir la propia magia de ese país con la colonización en auge. En la próxima temporada a los Fraser se les presenta una situación complicada ante la cual tendrán que tomar decisiones comprometidas y que seguro que los llevarán a muchos más líos y viajes a lo largo y ancho del Nuevo Mundo que, al fin y al cabo, parece que es para lo que han nacido.

¿Qué os pareció la cuarta temporada de Outlander?

Doralicia (@Doralais)

El final de todo o de mi confianza en Netflix

$
0
0

Queridísimosypacienteslectores, trasunosdías de incesantevisionado de diversasproduccionesaudiovisuales, he tomado la firmedeterminación de proseguir con mi tareacríticaydarriendasueltaunavezmásaluniverso de ideas quepueblan mi mente. Es por todosbiensabidoque Netflix es la plataforma de streaminglíder en consolación de individuosapesadumbrados por la ordinariaymonótonarealidad. Muchosniñosseaventuran a preguntarperplejayatrevidamente a sus progenitores si esciertoel rumor queescucharonmurmurar a ciertosadultosacerca de la inexistencia de Netflix o sus imitadores (HBO, Amazonprime) en el pasadoreciente. Es asombrosocómo el giganteonlinehaconquistado el mercado audiovisual global, ymásaún, comohasaciadodefinitivamente la sedseriófila de millones de humanos. Su omnipresencia cultural haocasionadoqueniños, asimismocomoadultos, precisende Netflix como la planta requiere del sol para sobrevivir. No obstante, ¿no seestarásobrevalorando la citadaplataforma de streaming en demasía? Quizáasísea, ya que la calidad de sus contenidosestádudosamente a la altura de las expectativasproyectadaspor sus acérrimosentusiastas. Sin embargo, trasreflexionarsobreesto, la materiaoscuraquepueblanuestro cosmos y el calor quehace en el sur de España, entreotrascosas, decidívolver a concederleunanuevaoportunidada Redflixy me dispuse a verunamade inNetflix: El final de todo.

La películadacomienzomostrándonosqueel amoreshermosoyque a causa de esteabstractoymisteriosoconcepto, todoesfactible. Excremento de comienzoquerepite el manidomotivo del amorcomoúltima esperanzatras el adversodevenir. La tramaseconfeccionamediante la ligazón de relacionesfamiliarescatapultadas, yernosmaltratadosysuegrosdespiadados con impulsosenfermizamenteprotectores: esasícomo el mundosedestruye. No seríadespiadadopensarque los directores de estefilmeseencontraranhaciendo la cenaocualquiertareabaladímientrasescribían el guión de estelargometraje, ya que la tramaesmás simple e insípidaqueunbocadillo de queso sin unagota de aceite de olivavirgen extra.

La severaadversidadque induce aldescontroly conduce alhumanoa unestado de supervivencia extrema en el quellorar en el tiernoyempoderadorhombro de mamá no sirve de nada: estees el “theme” que vertebra el “subject matter” de unatramacuyaoriginalidadbrillaporsuausencia. El clímax de la películallegajusto en el precisomomento en el quecasi nos hemosdormido por falta de estímulos. El final esaguardado con impacienciaeincluso con ansiedad para resultar en unadecepcióncolosal, puesla resolución de conflictosemocionalesentre la familia políticanuncaessuficiente para unbuencinéfilo; para undesacralizador del séptimoarte.

El repartodestaca por la belleza de la juventudenamoradaypor la destrezainterpretativa de grandescomo Forest Whitaker (Bosque Whitaker para los hispanos). No obstante, la belleza y la destreza no atenúan la manifiestareiteracióncreativa en el desastreapocalípticocomomotivoengrasador de la maquinariaargumentativa.

«La últimavoz audible antes de la explosión del mundoserá la de unexpertoquediga: estécnicamenteimposible». Peter Alexander Ustinov.


Jkuicast (@Jesuskuicast)

Sobre el aborto de romance entre Brianna y Roger en Outlander

$
0
0

Quienes me hayáis leído alguna vez sabéis que soy un gran fan de Outlander; más de una vez y más de dos la he "defendido" de críticas frívolas que injustamente la tachaban de ser poco más que tórrido folleteo entre dos seres humanos excepcionalmente guapos (porque son guapos con avaricia, esto es así). Pero, partiendo de la base de que Outlander es una serie que pone muchísimo cuidado en los detalles y merece críticas bien argumentadas, tengo que decir que esta cuarta temporada me ha sabido a menos. Ha seguido siendo una serie inteligente, llena de sensibilidad y amor, pero menos brillante. Ese nuevo "romance épico" entre Brianna y Roger que ha tomado casi todo el protagonismo, eclipsando en ciertos momentos al de Jamie y Claire, no ha funcionado tan bien como los guionistas esperaban. Ha sido fallido en muchos aspectos, dejando un descontento bastante amplio en muchos fans -según os he leído estas semanas-, y merece la pena reflexionar sobre ello...

Resultado de imagen de jamie outlander hot gif
Uy, perdón, qué gif tan gratuito.

Comienzo tirando una piedra en favor de Roger. El personaje de Richard Rankin ha terminado siendo aborrecible para muchos fans. Yo mismo he dejado de tener demasiado interés por él, llegando incluso a pensar que era un lastre para la trama y para el personaje de Brianna. Pero lo cierto es que, tras meditar sobre ello, he llegado a la conclusión de que mi rechazo al personaje lo ha generado no tanto él en sí mismo, sino la narrativa: la manera en que han contado las cosas. Porque Richard Rankin ha hecho un buen trabajo, y él tenía todo el potencial para gustar... entonces, ¿qué ha pasado?

Pienso que el conflicto entre él y Brianna a lo largo de la temporada ha estado muy mal tratado. Las bases eran realmente jugosas: ella, escéptica y desencantada con el matrimonio, chocaba con las creencias de él, más tradicional y protocolario (a la par que hipócrita, pues tuvo sexo con otras chicas fuera del matrimonio). Y ciertamente él tenía ideas anticuadas, pero ello es comprensible. El futuro de Outlander sigue siendo una época del pasado para nosotros, donde el machismo estaba aún arraigado (lo sigue hoy, imaginad en los 60'). Jamie Fraser azotó a Claire como castigo en la primera temporada, y no recuerdo que recibiera ni una pizca del descontento que sí ha generado Roger. Y considero que eso se debe a que el romance entre él y Brianna, de tan épico que han intentado hacerlo, ha resultado forzado, torpe y poco creíble.

También os comento que Roger como gana es con traje y buen corte de pelo; la coleta y la mugre del final de temporada no le sentaban bien. 

Jamie y Claire discutían, se gritaban el uno al otro; había pasión, reproches y enfrentamiento, pero permanecían juntos. La tempestad daba paso a una calma dulce, a conversaciones entre susurros, palabras de amor, entendimiento... y hablo de entendimiento incluso a la fuerza, como en aquella gloriosa escena de sexo en que ella le exige que no vuelva a ponerle una mano encima, so pena de asesinarlo. Eso sí era jodidamente épico, y apasionado, se sentía en carne viva; eran como dos fuegos uniéndose en un contexto misógino en el que Claire se tuvo que hacer de respetar al mismo tiempo que se enamoraba perdidamente - dos ideas que, por cierto, Outlander manejó maravillosamente bien, pues el amor de Claire por Jamie no la hizo más débil y sumisa, sino más bien al contrario: la fortaleció.

¿Y qué tenemos ahora? Dos personas que, de forma similar en algunos sentidos, vuelven a chocar. Obstinadas, tozudas, orgullosas, y muy enamoradas. Pero Brianna y Roger, siento decirlo, no funcionan tan bien como Claire y Jaime. Ni bien, a secas. Porque cada vez que tienen una discusión, en lugar de permanecer juntos y tratar de entenderse, se piran. Pasó en el "presente", y pasó en el pasado. Y esto plantea problemas: a mí, como espectador, ya me cuesta creerme su "amor" -tratado de forma mucho más secundaria y precipitada que el de Claire y Jamie-, pero es que la cosa pasa de castaña a oscura, convirtiéndose en hartazgo, cuando deciden separarse por una puñetera discusión, unaúnica discusión, tras una única noche juntos después de que él la hubiera perseguido a través del espacio-tiempo, a través de los siglos y los océanos, durante meses. O sea, pa mearse y no echar gota esto, ¿no?

Honestamente, pienso que la cuarta temporada ha tenido menos claro lo que quería contar, y ha ido moviendo la trama de Brianna y Roger a base de malentendidos y dramas huecos y forzados, o de resolución que de tan facilona resultaba burda. ¿Que no creo en el matrimonio? Bueno, ya que has viajado en el tiempo y cruzado el océano para encontrarme pues mira, ya creo, me caso (?). Ha sido un romance de gestos grandes y estúpidos entre dos personas que realmente no sientes que encajen, pero que la narrativa te está intentando colar todo el tiempo como ideales el uno para el otro. No obstante, en esta ocasión no he sentido que el amor de Brianna a Roger la fortaleciera como el de Jamie lo hizo con Claire... más bien al contrario.

¿Era Stephen Bonnet el villano que hacía falta?



Toda la trama de la violación, aunque tratada con la sensibilidad que caracteriza a Outlander -muy buena la escena en que Brianna le confía a Jamie que se siente culpable por lo que pasó, como tantas otras víctimas, y él le hace ver que no fue su culpa-, se ha sentido... forzada. No encuentro otra palabra para describirla. ¿Era realmente necesario que una mujer viajera, independiente y aventurera fuese violada? ¿Qué ha aportado a la trama?¿Es que no hay otras formas de demostrar la fortaleza de una mujer? Y ya no es tanto la violación en sí misma -pues Outlander siempre ha tratado cuestiones difíciles, siendo esa su razón misma de ser- sino la cuestión del bebé y la forma en que se ha gestionado, rozando el mal gusto en ocasiones. Que Brianna decidiera renunciar al futuro y tenerlo, en primer lugar, "por la posibilidad de que fuera de Roger". Que ni siquiera le pusiera nombre durante dos meses hasta que volvió. Y que el memo de Roger dudase, aunque solo fuera un segundo, si abandonarla por haber sido violada y quizá esperar el hijo de otro hombre. ¿Romance épico porque al final decide que no le importa y ella corre a sus brazos? No. Romance abortado porque lo dudó si quiera.

Entre Roger y Brianna, en definitiva, no ha habido comunicación, que es la base de cualquier relación; y no digamos ya una de tipo romántico. Y la trama de la temporada, efectista y llena de grandes giros y dramones, ha fallado, en mi opinión, al no saber desnudarnos el alma de Brianna y Roger; no ha habido entendimiento ni conexión más allá de esos, como decía, gestos grandes y estúpidos. Porque una conversación a susurros entre Claire y Jamie en una campaña de noche transmite más verdad, más amor, que cualquiera de Brianna y Roger. Y si ellos van a ser la "segunda" gran pareja protagonista a partir de ahora, quitándole tanto tiempo a la que realmente brilla (e incluso a Fergus y Marsali, mucho más interesantes y creíbles), qué menos que currarse un poco más las cosas. Más intimidad, más hablar como adultos, y menos efectismo y tonterías y mimimi, pues me piro. Pues no, gilipollas, te quedas y se hablan las cosas.

¿Qué opináis? ¿Un romance fallido, o con potencial para consolidarse y despegar en la siguiente temporada? Si hay a quien le haya agradado, por favor, que hable... sería interesante leer otra perspectiva, quizá incluso me haga verlo de otra manera. 

Resultado de imagen de brianna outlander gif
Jeje.

PD:¿No acabáis de sentir, o soy solo yo, que no conocemos bien a Brianna? ¿Cuáles son sus pasiones? ¿Qué espera de la vida? ¿No echará de menos un futuro donde podía estudiar en la universidad y llegar más lejos académicamente? Siento que Brianna queda, al final, muy desdibujada por el interés de la trama en hacerla orbitar especialmente en torno a Roger - a excepción de ese maravilloso episodio que muestra su relación con su padre, Frank, y ciertos momentos íntimos con Jamie y Claire. Pero, al final, Brianna no se entiende sin Roger. Y ni con él se entiende. Se me entiende, ¿verdad?

PD2: Sobre la temporada en general ya nos hablaba mi compañera Doralais en este estupendo artículo donde analiza las sombras y luces de Outlander en el Nuevo Mundo.


Isidro López (@Drolope)

Sobre lo de Daenerys en el 8x05

$
0
0

Si te paras a pensarlo, se aprecia cierta lógica -alguna, al menos- en la evolución oscura de Daenerys Targaryen, Primera de su Nombre, Madre de los Dragones y bla, bla bla. Ciertamente, su locura homicida del quinto episodio no sale "de la nada". Como bien han señalado muchos fans, ella ha ejecutado de forma cruel a numerosos enemigos a lo largo de las temporadas. Y la inseguridad generada por Jon Snow ha sido la mecha que ha terminado de prender esa locura que siempre palpitó suavemente en ella... porque Daenerys, creyendo que nunca la amarían tanto como a él, decidió seguir el camino de la sangre y el fuego para hacerse de respetar con el único medio que creía efectivo: el miedo. Como nunca la amarán tanto, la temerán más que a nadie.

Y esta historia estaría bien, de no ser porque ha sido escrita como el orto.

Resultado de imagen de daenerys gif

No me puedes salir, después de siete temporadas, con estas tonterías. Con esta forma tan patética y humillante de echar por el fango a un personaje implacable con sus enemigos, sí, pero también tierno, generoso y compasivo. Complejo, en definitiva. Que literalmente dos episodios antes antepuso sus ansias al trono y de poder por ayudar a Jon Snow a combatir a los muertos. Que luchó del lado de los vivos y ayudó más que nadie a salvar Invernalia (y el mundo) con sus tropas.

Lo que me molesta no es que la hayan "enloquecido", sino la forma torpe y cutre en que lo han hecho. Mostrar a los hombretones tras la victoria contra los muertos felicitando a Jon Snow en su putísima cara mientras ella es ignorada y él endiosado por hacer nada y montar un dragón (¿hola? ¿Y ella qué lleva montando todo este tiempo, botijos?), fue una forma tan innecesaria, tan patética, tan tosca de hacerla sentir celosa, como una chiquilla. Ya no le preocupa salvar inocentes y hacer el mundo mejor, vaya por Dios, ahora solo quiere que la amen. Y no digo que ella no fuera una narcisista de cojones, educada toda su vida para ello; lo que implico es que han borrado de un plumazo todas sus tonalidades y la han simplificado, como tantas otras cosas, por intereses narrativos: por dar el golpe de efecto sin fuste, pero molón, que es quemar toda una puñetera ciudad.

Resultado de imagen de daenerys gif

Pero que asesinen a Missandei y Jon Snow le rechace un beso (porque es tonto, siempre fue más tonto que un pie y esa es la única constante bien escrita de Juego de Tronos), junto a su inseguridad de que no la vayan a amar nunca, no son motivos suficientes para borrar de un plumazo toda su consistencia como personaje. No se pasa de asesinar a una familia que no te quiso obedecer, tras pedirles repetidas veces que lo hicieran, a arrasar calles llenas de niños y mujeres solo porque te ha dado la neura de que la gente no te va a querer y tienes un ataque de celos por el Juanico, que todos dicen que sería mejor líder por la bondad inherente de su corazón cuando sus malas decisiones literalmente le llevaron a ser asesinado. ¿Me explicas los loles?

Al menos Daenerys va de frente, pero el Juanico es un mosquito muerto. "Uy, no, no quiero gobernar, pero le cuento a Sansa que soy un Targaryen". No es bueno, es tonto. Tonto e interesado. Y cobarde, además, por no reconocer a Daenerys cuando los hombretones en la fiesta solo le vitoreaban a él. Ya me conozco a los de su calaña, a los que van de buenos, de modositos, a los "yo no me meto en movidas, no voy a tomar nunca decisiones difíciles porque soy un queda-bien", y esos luego resultan ser los peores. Jon Snow es de esos que te dice que es aliado feminista pero luego bromea con sus amigos sobre putas. El que no alza la voz por una mujer, su Puñetera Reina, su Amorcito, su Tita (jaja), cuando sabe que no está recibiendo el reconocimiento que merece.


Y, al final, en una serie que se suponía que iba a ser compleja, Jon Snow es muy bueno y Daenerys la bla, bla, bla, es muy mala. Y si al menos todo esto hubiera sido adecuadamente desarrollado, su breaking bad way bien escrito, y no forzado por cuatro mierdas de esta temporada (no, que asesinen a tu amiga no te hace quemar multitudes inocentes), pues yo me daría con un canto en los dientes. Pero ha sido patético -creo que es la palabra más precisa- ver cómo el viaje a la locura de Daenerys ha sido impulsado por temor a que un hombre la superase. Por miedo a verse a la sombra de un memo que siempre tiene cara de pan. Porque Sansa y Arya no se dignaron ni a darle las gracias por haberles salvado el culo con sus tropas en la Batalla contra los Muertos que iban a traer el Apocalipsis pero luego resultaron ser un Peo. ¿Que no me vais a querer haga lo que haga? Pues mato miles de inocentes. ¿¿¿Ok???

Pero uuuh, el poder corrompe porque si quieres tan intensamente gobernar te vuelves mala, entonces hace falta que gobierne alguien modosito que no quiera gobernar aunque sea más tonto que un higo, porque es puro y noble, y Daenerys realmente siempre fue la villana que no supimos vislumbrar... ¡oh, sí! Gracias, Juego de Tronos, por llevarnos a esta fascinante conclusión sobre el bien y el mal. La he disfrutado tanto como una patada en los cojones.


Isidro López (@Drolope)



Carta Abierta a Jane The Virgin

$
0
0

¡Hola a todos desde el Más Allá! O al menos es donde me ha dejado el final de Jane The Virgin. Llevaba mucho tiempo sin escribir por estos lares y, a raíz de esta despedida, no me he podido resistir a dedicarle unas palabras a este happy place. Mi happy place. Así que aquí os dejo mi carta abierta hacia Jane The Virgin. ¡Atención, spoilers!

Querida Jane:

Me refiero directamente a ti porque eres el centro de esta historia. ¡Y qué historia! ¡Qué cinco años tan maravillosos me has regalado! Hacía tiempo que una serie no me daba tanto sin pedir nada a cambio y que me ha llevado de la mano por una montaña rusa de emociones en cada episodio. Aunque a veces el camino se ha podido hacer más duro en algunos trayectos, que algunos desvíos no me hayan gustado mucho, me quedo, en general, con una sensación muy positiva. Así que, desde aquí, con toda la humildad del mundo, te doy unas gracias grandes y sinceras.

Gracias, Jane, por mostrarnos tus miedos y tus deseos, tus buenos y malos momentos, las dudas, los conflictos internos. Gracias por ser tan humana y que te haya sentido tan real. Has conseguido tu sueño: publicar un libro del que te sientes realmente orgullosa y por el que la gente se da codazos para conseguirlo –además de pagarte una cantidad de dinero que ya quisiéramos muchos–. Gracias por hacerme vibrar con tu vida amorosa –sobre todo porque la mía no era de lo más boyante–, por hacerme dudar a mí también de quién podría ser el amor de tu vida y enseñarme que no hay por qué elegir, que no tiene por qué haber sólo un gran amor, sino varios, y que cada uno tiene su momento. Sin embargo, siempre seré #TeamMichael. Gracias por ver más allá de lo que la gente te muestra, como en el caso de Petra. ¡Fíjate dónde habéis llegado! La evolución de vuestra relación es la que más me gusta e impresiona. De enemigas, rivales, a hermanas. Sí, hermanas, porque “amigas” se quedaba muy corto para lo que sois la una para la otra. Gracias por tu familia, por el trío Villanueva. Sin él, esta serie no hubiese sido la misma. Aunque no lo parezca, tu relación con tu madre y abuela también ha evolucionado durante estos cinco años. Se ha fortalecido y os habéis contado más cosas de las que hubieseis hablado al principio de esta andadura. Gracias por la relación con tu padre, un hombre excéntrico, pero al que muchos adoramos porque se ha ganado nuestros corazones a pulso. Hemos visto vuestra relación nacer y crecer, y ha sido simplemente maravilloso. Por último, Jane, gracias por mostrar las dificultades que puede traer la maternidad, los titubeos e inseguridades, los miedos, sobre todo cuando se trata de un “accidente” al que hemos llegado a querer como nuestro –aunque Mateo te ha salido un poco insoportable, también te lo voy a decir–. Me pica la curiosidad por saber cómo ha llegado hasta este presente, pero eso será para otro momento. Gracias por verme reflejada en ti, Jane. Ha sido un placer.

A ti, Xiomara, gracias por enseñarnos a bailar al son que dictamina la vida –vale, esto ha sonado superñoño, pero estoy blandita, ¿vale?–, por llevar una enfermedad como el cáncer con tanta entereza e intentando mantener la positividad, incluso cuando era muy difícil. También te agradezco que hayas compartido con nosotros tus lágrimas y tu rabia, ya sea por lo cabrón que puede ser el karma o porque te siguen doliendo ciertas cosas del pasado –aquí miro a Rogelio, pero sobre todo a Alba–. Cuando me he sentido perdida en mi veintena, tú me has enseñado que también se puede estar perdido en tu cuarentena. ¿Y sabes qué? Que no pasa nada, que encontrarás tu camino y lo emprenderás con la mayor de las ilusiones (y esos terribles miedos que nos pueden llevar a tirar la toalla). Gracias por la relación con tu hija, tan inusual –y a veces tan similar a la que tienen mis queridas Lorelai y Rory Gilmore– y especial, y con tu madre, la cual ha tenido una evolución increíble. Habéis pasado de casi no entenderos a realmente necesitaros. Y gracias por mostrarnos que, a veces, por mucho tiempo que haya pasado y kilómetros os hayan separado, puedes volver con tu gran amor.

Gracias, Alba, por enseñarnos que una vez que hayas estrujado la flor, no hay forma de volver a repararla, y que esa cantinela está más que obsoleta. Me has hecho ver que tu religión y sus doctrinas siguen sin ir conmigo, pero también te han hecho ver, gracias a tu hija y a tu nieta, que tampoco a veces casan contigo. Te las han impuesto durante toda la vida y es muy difícil dar marcha atrás, pero has sabido, aunque con su dificultad, por supuesto, adaptarlas un poco a los nuevos tiempos, a ser más flexible, tanto con los demás como contigo misma. Eso es admirable, Alba, y me ha hecho quererte un poco más, comprenderte. Gracias por abrirte de nuevo al amor con Jorge, aunque a veces sus comportamientos (y tus actitudes, Alba) me parezcan que están ancladas en los años 50. ¡Y al sexo! ¡Te has abierto al sexo de nuevo! Por momentazos como el del consolador y Barack Obama, tu crush que te pone como una perra. ¡Quién nos lo hubiese dicho en la primera temporada! Alba, tu evolución ha sido increíble. Gracias por ser la abuela de todos.

Michael, oh, Michael. ¿Qué decirte? Te echo de menos, y ojalá hubiese acabado todo diferente. Ojalá no te hubieras muerto en el mejor momento de tu vida, con tantas cosas por descubrir y que hacer con Jane. Eso me dolió en el alma. A veces te sigo guardando luto, aunque ahora mismo estés en Montana, casado y esperando un hijo. Pero, en el fondo, ese no es el Michael que me conquistó, sino otro diferente que me pareció más basto que una patada en los cojones. Nuestro Michael Cordero de las primeras temporadas murió allí, amando a Jane hasta su última respiración. Tu vuelta ha sido jodida de llevar. Me he alegrado, pero, por otro lado, no era lo mismo. Así que mi agradecimiento va al primer Michael Cordero. Gracias por esa comprensión infinita, incluso cuando era muy difícil, como cuando Jane fue inseminada artificialmente de Rafael; por tu sentido del humor, ese que puede hacer una situación complicada mucho más llevadera; por tus gestos románticos que nos ganaron tanto; por el trato hacia Jane –toda persona debería tratar así de bien a otra– y hacia Mateo, al que trataste como si fuera tuyo. Gracias por tu bromance con Rogelio, del cual me ha costado mucho despedirme –este bromance me lo daba TODO– y tu intento incansable de llevarte bien con Rafael para no hacerle la situación más complicada e incómoda a Jane. Y, aunque pueda sonar muy estúpido, gracias por tus votos matrimoniales en español. No te puedes llegar a imaginar cuánto significaron para mí y el gesto tan maravilloso que tuviste en ese momento. #TeamMichael

En el último vértice de este triángulo amoroso que nos ha mantenido en vilo estás tú, Rafael. No puedo negar que tu evolución es increíble: pasaste de ser un playboyguaperas con dos neuronas, problemas con el alcohol y siendo un capullo, a ser un guaperas con buen cuerpo –esto lo sigues manteniendo, tío– que se conforma con un trabajo que le permita tener tiempo para su familia, que arregla sus problemas con terapia, pero que a veces sigue teniendo algún problema con la confianza y su inseguridad. Lo normal, pero que también tiene que seguir aprendiendo a no pagar ciertas cosas con otras personas, o ponerlas en alguna situación incómoda que no se merecen –sí, aquí hablo por algunas cosas que hemos visto esta última temporada con Jane–. Rafael, eres padre tres veces más de lo que jamás hubieses creído, eres amigo (y casi socio) de Petra, tienes al amor de tu vida junto a ti y una familia que te quiere y que te desea lo mejor. Incluso te has desprendido de una gran sombra: Rose aka Sin Rostro. A pesar de no haber triunfado en los negocios, cosa que has visto que tampoco te da la felicidad, realmente eres un triunfador. Lo tienes todo. Simplemente te pido, por favor, que no lo pierdas por algún ramalazo que te dé de esos tuyos tontos. Gracias por hacer a Jane feliz, por haber aprendido a comprenderla, por haber crecido y madurado, por ser un buen padre. Y gracias por emocionarme tanto el día de tu boda –aquí se extiende a Justin, que eran más sus lágrimas que las del personaje–.

Por otro lado, estás tú, Petra, luchadora incansable. No voy a negar que mi relación contigo ha evolucionado a la par que lo has hecho tú. Pasé de casi no aguantarte a quererte, de tenerte cierto recelo a querer que no te pasase nada malo. Petra, TU evolución es LA evolución de Jane The Virgin. No hay nadie que haya cambiado tanto como tú. La esencia de esa Petra que conocimos en el piloto sigue estando, pero ha habido un desarrollo, un cambio, tan brutal, que no eres la misma. Has pasado de tener una gran coraza a tu alrededor a que se vaya destruyendo poco a poco, de no abrirte en absoluto a que confíes en la gente que te quiere y desea lo mejor para ti, de tener enemigas a tener hermanas, de no querer hijos a tener dos niñas gemelas que te veneran –también te han salido un poco repelentes, pero bueno–. Petra, ¿te das cuenta de lo mucho que has crecido? Gracias por permitirnos ser testigos de ello, de ver cómo sufrías por amor, por tu familia, a ser feliz, verdaderamente feliz. Has luchado mucho por J.R., la otra Jane de tu vida, y te lo mereces con creces. Te agradezco que hayamos conocido a tu familia, sobre todo a tu hermana Anezka, ese cachorrillo asustado que, personalmente, me enterneció tanto. Te agradezco que nos hayas dejado momentos para la posteridad, pero, sobre todo, te agradezco que “existas” –mejor dicho, se lo agradezco a Jennie Snyder Urman–.

Y, por último, resaltando en lavanda, porque el melocotón no le va, uno de los personajes que podría haber caído en la más absoluta parodia, pero que le han dado una profundidad sorprendente, Rogelio de la Vega. Gran estrella de las telenovelas, Ro, tú también has cambiado. Has pasado de ser un materialista que tiraba del name-dropping–esa manía de no parar de decir nombres de famosos– a ser una persona que no duda en dejarse la piel por su familia y seguir su sueño de manera incansable. Eres consciente del regalo que te cayó cunado conociste a Jane, volviste con Xo y te acogieron en la familia como a uno más. Tú también has acogido a gente bajo tu brazo, como a Michael y a Rafael, los dos amores de tu hija. Te has convertido en un abuelo y padre –no me olvido de Baby– entregado, aunque tu trabajo a veces te deje poco tiempo. ¡E incluso has llegado a un entendimiento con Darcy! Rogelio, estoy orgullosa de ti y te agradezco que seas como eres, tus frasazas, tus idas de olla y que me hayas devuelto a veces a mi infancia, a esa niña que veía las telenovelas de La 1 y que, hace mucho tiempo, dejó ese mundo atrás. Te lo agradezco de corazón.

Ya no va a ver un “To be continued”. Sólo queda el “The end”. Ha sido doloroso verlo, pero, al mismo tiempo, ha sido satisfactorio porque Jane The Virgin se podría haber quedado por el camino cancelada debido a las bajas audiencias. Gracias, Jennie, en último término, por adaptar Juana la virgen, por hacerlo con tanta maestría, siendo consciente del material que tenías entre manos, honrando el género de la telenovela y metiéndote con él desde el respeto. Partiendo del concepto, la serie podría haber sido un total despropósito, una broma de mal gusto, pero se ha convertido en un happy place maravilloso y en un viaje inolvidable.

¡Hasta siempre, familia!



Irene Galindo (@MissSkarsgard)

Cuarta Temporada De Veronica Mars : A Long Time We Really Used To Be Friends, Rob Thomas

$
0
0

La noticia de la vuelta de Veronica Mars a nuestras vidas después de aquella película financiada por los fans se recibió con vítores en redes sociales. ¡La Vero volvía por fin! Sin embargo, a veces los regalos vienen envenenados. A partir de aquí, ¡spoilers!

Rob Thomas, allá por 2004, nos regaló una maravilla hecha serie: una adolescente que, tras ser repudiada por sus amigos ricos, se transforma en un detective privado y termina investigando la muerte de su mejor amiga, Lilly Kane. Una especie de Jessica Fletcher, pero con las hormonas revolucionadas y triángulos amorosos dentro y fuera del instituto. La combinación era de lo más sabrosa. Después de que The CW la cancelase, todos nos quedamos con ganas de más, incluido el castde la serie. De ahí surgió no sólo la película, sino también esta cuarta temporada que nos lleva a una Veronica más madura, con nuevos conflictos y personajes. Sin embargo, no todo han sido rosas en esta nueva tanda de episodios.

BOOOOOM!
En esta cuarta temporada destaco dos problemas bastante grandes: el desarrollo del caso y el final de la relación Veronica-Logan (LoVe). Sobre el desarrollo del caso, creo que centrarnos solamente en quién ha puesto las bombas y que luego salga un imitador me parece alargar el asunto en demasía–esto se podría haber cerrado en menos episodios, creo yo–. Me gustaba cuando Veronica tenía un gran caso que ocupaba toda la temporada y luego pequeños casos episódicos. Entiendo que al ser Hulu y una etapa más madura ya no se haga, que quite demasiado tiempo, pero concentrarnos en solamente un caso me ha parecido agotador, incluso. Sobre todo teniendo en cuenta que focalizaban gran parte de la trama principal en los nuevos personajes. Matty ha sido un personaje que nos lo han vendido como una posible “nueva Veronica”: aventurera, ingeniosa, sin miedo a ir hasta el final de las cosas y un poco tocapelotas. Es un personaje que me ha convencido, igual que Nicole, quien me ha resultado una badass total a la que me encantaría volver a ver si renovasen la serie –Hulu, ya sabes lo que tienes que hacer–. Nicole es la nueva incorporación que más me ha gustado, sinceramente. Por otro lado, tenemos a Clyde, el personaje de J.K. Simmons –sigo sin creerme que este señor esté en esta serie. Perdonadme por flipar tanto–. Misterioso, con una agenda propia y yendo de amigo de Keith, Clyde no ha sido una mala incorporación para nada, aunque pensaba que iba a ser un poco más turbio, oscuro. El que tengo que decir que más me ha cargado es Penn, el personaje de Patton Oswalt. Me ha llegado a parecer insoportable. ¿En serio le has dado más minutos a este personaje, Rob, que a los personajes veteranos? Wallace está casi desaparecido, Dick sale un par de veces –esto tiene explicación y es por cuestiones de agenda, cosa que creo que siempre se puede intentar trabajar un poco más–, Mac ni siquiera sale –también tiene explicación. Tina Majorino decidió que, para lo que poco que iba a salir, mejor ni molestarse, cosa que comprendo y apoyo totalmente–. En este sentido, el darle tan poco peso a los personajes por los que realmente nos preocupamos y que nos han acompañado durante más tiempo me ha parecido un error enorme. Además, le estamos dando un tiempo precioso a personajes que, tal y como quiere el señor Thomas una quinta temporada, nos van a importar menos que una mierda. Creo que este aspecto podría haber estado mejor trabajado.

Este gif me duele la vida
El otro asunto es el final de la relación entre Veronica y Logan, el OTP de esta serie, in my opinion. Después de la vuelta de ellos en la película y su principiante desarrollo en los dos libros –si no habéis leído los libros, os los recomiendo bastante. Son como dos minitemporadas de la serie y muy entretenidos–, tenía ganas de saber qué iba a pasar con estos dos tortolitos. El desarrollo me ha gustado porque hemos tenido de todo: sexo un poco salvaje, momentos en los que la posible toxicidad de Veronica sale a la luz –cuando Logan se carga la puerta de un armarito de cocina “porque a ella le mola verle jodido” y dan rienda suelta a su pasión–, la duda –Veronica y ese sueño húmedo con Leo–, ese “Te digo que no me quiero casar contigo, pero quiero que todo siga bien”… La temporada ha estado llena de momentos que nos han mantenido con el corazón en un puño, otros en los que ha estado henchido de amor y otro, uno muy, MUY gordo, en el que se nos ha roto. ¿De verdad, Rob Thomas, era necesario que te cargases a Logan Echolls después de que se casase con Veronica? ¡¿EN SERIO ERA NECESARIO?! NO, NO LO ERA. Las razones de que Veronica dé un paso tan grande y el mismo día se quede viuda son dos. Primero, como guionista, no sabía qué hacer con Logan ahora que estaba casado con Veronica. “No iba a mandarlo con Veronica a investigar casos”. Mira, Rob, eres muy corto de miras. Tenías una cosa delante de tus narices y no has sabido cómo podrías utilizarlo: cada vez que me estorba Logan, lo mando de misión con los Marines. ¿A que no era tan difícil? Puede que sí resultase repetitivo en algún momento, por lo que te propongo que lo pusieses como amo de casa y que cuidase del perro –no va a perder su masculinidad por ello, tranquilo–, a hacer la comida, intentar encontrar un curro en Neptune o alrededores, o simplemente las típicas, y más que clichés, disputas por las que una relación puede tener: “Pasas demasiado tiempo fuera de casa”, si quieren tener o no hijos, etc. Yo qué sé, Rob, tú eres quien está al cargo de este barco y al que le pagan por ello. ¡Estrújate los sesos, coño! Pero, no, él no iba a hacerlo porque aquí viene la segunda razón: según él, al público le gusta más Veronica cuando tiene todo en contra, cuando es un “underdog”, una desvalida. ¡¿Quién ha dicho eso, Rob?! ¡¿De dónde cojones te lo sacas?! No pongas palabras en el fandom que realmente son tuyas. A TIte gusta cuando Veronica es una underdog, cuando es unapersona solitaria, amargada y que parece que no puede encontrar la felicidad. Sí, es el patrón clásico de las películas noir detectivescas, pero estamos en 2019. Podemos innovar. Todo este dolor al final de la temporada era INNECESARIO, FACILÓN. A ver, Rob, si te queda claro: una mujer puede ser una heroína, una badass, fuerte, sensible, y un largo etcétera y, ADEMÁS, tener novio/marido/hijos. Una mujer puede tenerlo TODO, Rob. El problema es que eres un machista y corto de miras. Tu público es mayoritariamente femenino porque vio en Veronica un ejemplo de lo que se podrían convertir, un personaje femenino distinto a lo que habían visto hasta el momento. Y tú te lo estás cargando.

Esto es lo que Rob Thomas quería. Ha impuesto su visión. Como creador, es respetable, aunque no lo comparto. Creo que se podía llegar a un 50/50 entre la visión del creador y lo que espera el fandomde la serie. Por otro lado, no sé si el revival de Veronica Marsva a atraer a mucho público nuevo. Creo que Veronica Mars se sustenta en un fandom más bien veterano y, sobre todo, entregado. Al fandomque lleva años con Veronica no creo que esto le haya hecho mucha gracia, especialmente a los shippers de LoVe aka Logan y Veronica. Si lo que quería Thomas es que el fandom veterano quedase satisfecho y siguiese ahí para una siguiente temporada, sinceramente, lo dudo. Leyendo comentarios en artículos de medios norteamericanos, saco como conclusión que los fans están encendidos en rabia y a punto de quemarle la casa a alguien –a Jason Dohring tampoco le ha hecho mucha gracia ese final–. Los minoritarios son aquellos que el final les ha parecido bien –sobre todo porque no les importaba Logan– y que volverán por una siguiente temporada. Yo me lo sigo pensando.



Irene Galindo (@MissSkarsgard)

La increíble pero cierta cuarta temporada de Blindspot

$
0
0
No estamos muertos, estamos de parranda. En realidad, no, sino que (y creo que hablo por todos los que escribíamos en el blog) nos hemos vuelto mayores y las responsabilidades hacen que eso de escribir en un blog como afición tenga que ser una cosa secundaria (demasiado secundaria, que hace más de medio año que nadie publica nada). ¿Habrá que aprovechar estos días de encierro en nuestras casas para volver?

Blindspot season 4

Después de más de un año sin pasarme por aquí, un lector me ha pedido mi opinión sobre la temporada 4 de Blindspot, así como había venido haciendo con la tercera y anteriores, así que voy a intentar hacerlo lo mejor que pueda después de haber acabado de verla hace meses y aún a la espera de una quinta (y última) temporada que todavía no tiene fecha de estreno. He tenido que revisar un poco lo acontecido en esta temporada porque no la tenía del todo presente, pero allá voy.

Lo cierto es que cuando acabé la cuarta temporada de Blindspot, me planteé escribir sobre ella. Sin embargo, como no fue para mí la mejor de las temporadas, no tuve la inspiración suficiente para ponerme a ello y al final la idea de comentarla se fue disipando y se olvidó. Aunque con un final de temporada de dos horas que probablemente nos dejó a todos al borde de los asientos y algo boquiabiertos, la temporada en general y los arcos argumentales que tuvo, no se pueden considerar entre los mejores de la serie. Para mí, quizás la temporada más floja de las cuatro.

El regreso de Remi
Blindspot season 4

La temporada comenzó con lo que nos podíamos esperar después del final de la tercera temporada. Jane, ya no era más Jane, sino que Remi había vuelto. Este hecho supuso una problemática para el personaje, que tuvo que seguir fingiendo durante capítulos que era la modélica agente del FBI que llevaba años siendo y que no odiaba con todo su ser a Weller como Remi sí hacía, mientras luchaba contra alucinaciones con su hermano y con la imposible idea de encontrar a Shepherd y resucitar Sandstorm. Por un lado, me siento triste de que Roman fuera solo una alucinación y no hubiera sobrevivido, porque de verdad que su papel en la serie y la relación que tenía con Jane me gustaban muchísimo. Por otro lado, un aplauso a Jaimie Alexander, quien salta de un papel a otro constantemente de forma brillante durante varios capítulos hasta que la situación es totalmente insostenible y Weller hace caer a Remi. 

Una cura milagrosa
Obviamente, Weller no quiere acabar con el cuerpo que contiene en algún rincón a su mujer. Jane tenía que estar en alguna parte oculta por el fantasma de Remi y por la intoxicación inexplicable que lleva dentro por culpa del ZIP, y nuevas técnicas experimentales propias de la ciencia ficción, consiguieron finalmente desenterrarla y despedir a Remi de una vez por todas. Aunque, como he dicho, el papel que hace Jaimie Alexander en estos capítulos en los que alterna a Remi con Jane son muy buenos, lo cierto es que me pareció que en cierta forma fue muy fácil para Kurt y el FBI acabar con Remi. Me parecieron pocos capítulos para desarrollar ese arco y una forma muy sencilla de arreglar el problema con una máquina milagrosa. 
Blindspot season 4

No acabaron los problemas ahí, claro está, y es que, aunque Remi se hubiera ido, Jane seguía enferma, y la enfermedad avanzaba a tal ritmo que se hizo prioritario encontrar la cura. Cuanto menos curioso fue el capítulo en el que Patterson y Rich fueron hasta Perú gracias a las pista de Roman en busca de unas células madre que quitarían todos los males a Jane como si de magia se tratara. Desde el punto de vista científico, me parece cuanto menos cuestionable esa cura, pero aceptaremos que El libro de los secretos nos haya devuelto a la Jane que conocíamos.

Los villanos y los olvidados
No quiero hablar todo el tiempo de Jane y Weller, que, aunque protagonistas, no son los únicos importantes en la serie. Tras de ellos hay un montón más de personajes que, permitidme que os diga, esta temporada tuvieron un desarrollo un poco pobre en comparación, y que merecen también su mención en esta crítica. 

En primer lugar, quisiera hablar de Madeline, la nueva villana a la que se han tenido que enfrentar: una señora que debería estar jubilada mirando telenovelas y que sorprendentemente está intentando tirar por los suelos un país. La relación con Zapata y la extorsión a la que la sometió durante toda la temporada me cansaron bastante y creo que la convierten en la peor enemiga de la serie. No obstante, Zapata ha pasado de parecerme un personaje mediocre a parecerme interesante y es algo que les aplaudo.

En prácticamente cada entrada que he escrito sobre Blindspot en este blog he dedicado alguna línea a mi dúo favorito de esta serie: Patterson y Rich. Ellos siempre aportan buena comedia y tramas interesantes y alocadas para entretenernos, y cada vez me gusta más el tándem que hacen, aunque se olviden de hacerlos un poco felices de vez en cuando. Realmente, el viaje a Perú en busca de la cura de Jane creo que fue uno de los mejores momentos de la temporada y las pinceladas de avance en sus vidas: la relación de Rich y Boston, o el nuevo interés de Patterson por los niños, son muy de agradecer.

Blindspot season 4

También lo he mencionado en varias ocasiones, pero estoy (y sigo estando) totalmente en contra de la relación entre Zapata y Reade. Lo de convertir en romance metido con calzador cada una de las relaciones de amistad entre un hombre y una mujer en las series es algo que me gustaría mucho que a los guionistas se les quitara de la cabeza. No quiero hacer más comentarios al respecto porque lo cierto es que el tira y afloja de estos dos me tiene aburrida.

Finalmente, hablaré de los olvidados de esta temporada que han sido Blake, a quien le sacaron menos partido que a una servilleta desechable y de Avery, la hija desaparecida y vuelta a desaparecer de Jane. Simplemente quisiera comentar lo absurdo que me parece introducir personajes de gran relevancia en las vidas de los protagonistas para que luego no vuelvan a aparecer o no vuelva a hacerse mención siquiera de su existencia.

Blindspot season 4

Quizás no sea esta la crítica más completa de la cuarta temporada de Blindspot que podáis encontrar. Perdonad si me olvido de aspectos importantes. Os invito a que comentéis aquello que me haya olvidado, o lo que os apetezca. Espero que no pase tanto tiempo hasta la próxima y que la quinta temporada les dé a los personajes los finales que merezcan. Al fin y al cabo, su creador ha obtenido justo las temporadas que quería para desarrollar su idea y conseguir más de 100 capítulos.


Doralicia (@Doralais)

¿Qué está pasando con Outlander en su quinta temporada?

$
0
0



Creo que casi todos estamos un poquito desencantados con Outlander. No pasa nada por decirlo. Es una serie que muchos críticos siempre han mirado con superioridad, tildándola de poco menos que novela rosa con mucho (y buen) folleteo; mientras que, por mi parte, he perdido la cuenta delas veces que la he "defendido", casi como si fuera una buena amiga, en este blog. Pero incluso a las mejores amigas hay que llamarles la atención cuando hacen algo que no nos gusta, de mal gusto, o que deja mucho que desear, como volver con el idiota del ex o hacer una temporada mediocre.

Dejad de ser tan guapos y escuchad un momento, por favor. Un poco de seriedad, que no estamos contentos.

Me es difícil sentarme a escribir a estas líneas. No por el hecho de despotricar sobre Outlander (una crítica constructiva y con cariño nunca está de más), sino por el hecho de que no sería justo venir a decir que esté siendo "mala". Las cosas no son tan simples. Tachar así un producto que sigue poniendo tanto cuidado en los detalles -ambientación, vestimenta, banda sonora y, en general, una excelente recreación histórica-, sería ir demasiado lejos. ¿Que Outlander ahora es "mala"? No diría tanto. ¿Que es peor? Bastante...

Quizá el problema de Outlander es que ha acomodado. Se ha relajado en su propio éxito, en sus buenas audiencias, y no se ha seguido esforzando tanto como debería. No quiero decir que esta quinta temporada haya tenido "relleno", porque me parece un término absurdo, pero sí que se ha sentido un tanto aleatoria. ¿Los guionistas hacían girar una ruleta, y decidían así a qué dedicar cada episodio? Ha habido una estructuración de la temporada muy pobre. Hoy una plaga de langostas, hoy nos quedamos una bebé y la entregamos a los cinco minutos, hoy lidiamos con un trauma de Roger que nos hemos sacado de la manga... y al siguiente capítulo, a otra cosa.

El arco narrativo que "cohesionaba" la primera mitad de temporada, dedicado a Murtagh y a la guerra inminente de los "reguladores", no ha sido lo suficientemente potente. Su historia de amor con Jocasta, cogida con pinzas, desarrollada de forma precipitada -demasiado el drama que montaron para tan poca chicha-, y ese tira y afloja entre "reguladores" y los Fraser, bajo el paraguas de la Corona británica, poco interesante. O, por lo menos, no tan interesante como otros grandes conflictos vistos en la serie. La guerra de Independencia estadounidense sí sería una historia muy jugosa, pero parece que están evitando deliberadamente meterse en esa cuestión, alargarla, para sacar antes todas las temporadas posibles, "estirando" la serie aun a costa de llenarla de tramas con menos fuerza.

Cuando lo pides por Aliexpress VS cuando te llega: Roger y Bree





Pero el gran problema de la serie es su "nueva" pareja: Roger y Bree. Teniendo un universo de personajes secundarios tan interesante y poco explotado, con parejas como Fergus y Marsali y bombas como Lord John Grey, nos intentan meter hasta en la sopa a la hija de los Fraser y su propio escocés. Ya expliqué en este artículo todo lo que estuvo mal con ellos en la temporada pasada. Todo lo que en su dinámica aburre, repele, nos es indiferente. Con el 5x08 "Famous Last Words", que quizá sea el mejor hasta el momento, arreglan un poco la cuestión. Es interesante que la serie explore el proceso de lidiar con un trauma, cómo puede destruir una familia y tardar tantísimo en ser reparado. Pero, como decía, se siente tan sacado de la manga...

Quizá el mayor problema sea que han hecho orbitar toda la relación de Roger y Bree en torno a Bonnet, lo cual es repugnante. Parecía que Brianna iba a ser aventurera, libre, vivir su propio romance... y, sin comerlo ni beberlo, la vemos en un embrollo de violación y con un bebé a los cinco minutos. Y esto sería pasable una temporada, una y hasta luego Mari Carmen, pero que Bonnet siga vivo tan forzadamente es un error, porque están alargando una trama que no va a ninguna parte y que encasilla a Brianna, la reduce, la define todo el tiempo en relación a lo que sufrió esa noche oscura. No me molesta que se exploren las consecuencias de su trauma, pero sí que se siga revoloteando en torno a ese memo. ¿No tienen nada más interesante que contar? Y si añadimos que los actores de Bree y Roger no tienen química entre ellos, que es el quid de la cuestión, apaga y vámonos.

Y ahí seguiré al pie del cañón, porque es una serie que, a pesar de todo, sigue estando hecha con mucho cariño y nos sigue dando buenos momentos... pero, por favor. Pónganse las pilas. Mejores arcos argumentales y menos violadores, para variar.


Isidro López (@Drolope)


Las 14 mejores series españolas para ver en cuarentena

$
0
0

Solo los sinvergüenzas siguen diciendo, a día de hoy, que las películas españolas son malas. Y las series, como el "nuevo cine" que son, no se quedan atrás. Movistar, Netflix y HBO son algunos de los todoterrenos se han sumado a esta fiebre de la series que nos viene atiborrando últimamente con más producciones de las que nos da tiempo a ver, y que está introduciendo una complejidad y variedad en la ficción española que no habría sido posible hace una década.

Atrás quedó, en efecto, el prototipo de Los Serrano: series de larga duración para "toda la familia" con la abuela entrañable, los líos adolescentes y el gordo que hace chistes sentándose a la mesa a desayunar ColaCao. Hasta nunca, Mari Carmen, cierra la puerta al salir. Ahora tenemos más plataformas y, por tanto, más posibilidades para dar rienda suelta a la creatividad del talento patrio. Que visca Espanya, collons! Olé y olé, paella, flamenco, fiesta y terracicas, fundamentar la economía en el turismo a costa de desindustrializar el país y generar empleo de mierda... mmm, sabor a Españita.

Y como estamos en tiempos de cuarentena muertos del asco y arrasando con todas las películas, series y libros que agarramos, os propongo hacer un repaso de las mejores series que ha dado l' Estat Espanyol en todos estos años. Es una lista subjetiva, claro está, pero me encantaría que se convirtiera en una conversación amistosa con vosotros y, a ser posible, os descubra alguna serie que os amenice un poco estos tiempos difíciles y os haga querer más a Españita. Sin más, prosedo y ordeno de menos mejor a más mejor:

14) Élite


No podía faltar una de las series españolas más exitosas, pero la incluyo sin muchas ganas. Tiene, al fin y al cabo, mérito: es adictiva e intrigante, con todo ese morbo del mundo del lujo y niñatos con dinero que son más malos que pegarle a un padre pero que en el fondo, oh, tienen sentimientos... 

No obstante, la tercera temporada me supo a poco, honestamente. Flojearon los guiones y los actores, que resultaron poco naturales y mal construidos. Más de lo habitual, quiero decir. Pero ahí seguimos por esos ramalazos de genialidad que, es justo decir, tiene Élite a veces. O porque echamos de menos Gossip Girl.

13) Les de l'hoquei


O "las del hockey", en la lengua de Cervantes. Se trata de una serie poco conocida, pero con mucho encanto, que aborda cuestiones como sexualidad, feminismo y aborto desde un enfoque que, aunque a veces un poquito básico (y con algún que otro cliché prescindible), resulta moderno e inteligente. Es una serie con mucha luz, molt, molt bonica.

12) Instinto


Instinto ha sido, para mí, un experimento fallido muy interesante. Interesante porque tiene una atmósfera curradísima, un reparto de actrices espectacular y aborda temáticas muy potentes poco tratadas de forma tan directa en la ficción española (traumas infantiles, sexo y poder), pero fallido por su gran lastre, que ha sido el protagonista; no fue, en mi opinión, todo lo atrayente y morboso que debería haber sido.

No quiero ser malo con Mario Casas (en la película Contratiempo, de Oriol Paulo, está bastante bien), pero en Instinto deja mucho que desear. Era un personaje difícil de interpretar, con una historia mil veces vista ya en cine y series. Quizá hubiera sido más jugoso centrarse en las mujeres, en esa Marilyn Monroe trepa o en la psicóloga desequilibrada... a pesar de todo, el resultado es muy notable y merece la pena echarle un vistazo.

11) La casa de papel


¡Qué de moda está criticar La casa de papel! Y no vengo a decir que sea Mad Men (tampoco es que pretenda serlo) pero, desde luego, es más inteligente de lo que la quieren pintar algunos. La cuarta temporada ha sido, todo sea dicho, la más floja de todas, alargándose de forma forzada con villanos sacados de la manga. Y, a pesar de eso, sigue siendo más chula que un ocho. Porque quiere, puede, y sabe cómo serlo. Es un guion mucho más sólido y potente de lo que podría parecer a simple vista, con un conocimiento profundo de los personajes y sus emociones.

10) La línea invisible


En espera de que HBO estrene Patria, basada en la maravillosa novela de Fernando Aramburu, La línea invisible es la única serie española que ha abordado el terrorismo de ETA hasta la fecha. Una cuestión espinosa no, espinosísima, que aseguraba que las hostias fueran a caer como panes de todos lados, hicieran las cosas como las hicieran. Ellos, apaciguadores, han querido ser lo más "equidistantes" posibles y se han quedado, por eso mismo, en un quiero y no puedo. O, como poco, en una serie muy correcta pero poco llamativa.

En lugar de centrarse en los debates internos que hubo en ETA sobre si dar o no el paso y cometer asesinatos, y en el contexto social (cómo Euskadi se dividió en su opinión sobre ETA), abordan estas cuestiones de forma superficial y prefieren centrarse en personajes concretos: el líder etarra que en principio tenía buenas intenciones, y el inspector facha que torturaba gente pero, oh, tenía una hija mona. "Y al final todos eran humanos que sufrieron y fue un sinsentido que no sirvió para nada". Lo pillo: es un mensaje bonito, pero esperaba algo más complicado e interesante que un mensaje bonito. Quizá esperaba demasiado. No deja de ser una buena serie de visionado recomendado, con una ambientación excelente... pero, en mi opinión de mierda, a medio gas.

9) Señoras del Hampa


Señoras del Hampa ha sido una sorpresa agradable y maravillosa. Con un toque de locura, costumbrismo español y colores femeninos que recuerdan a Almodóvar, esta serie tan peculiar se ha ganado un huequecito en mi corazón. Porque es divertida y mamarrachísima, una delicia, pero al mismo tiempo con una profundidad que remueve... porque ser madre puede ser algo tan solitario...

8) El Ministerio del tiempo


Qué serie tan bonita es El Ministerio del tiempo. Podría ponerme "titismiquis" como he hecho con otras y analizar sus partes más flojas, o "menos brillantes" si preferís, pero es que ni me apetece. No lo merece. Es una serie muy especial; no solo por lo original de su argumento, que nos acerca con tanto ingenio y cariño a nuestra Historia, sino porque su creador, Javier Olivares, fue el primero en adaptarse a los "nuevos tiempos" y entender que un showrunner debe estar en contacto cercano con sus fans vía Twitter y demás redes sociales, generando así un auténtico fenómeno fan que ha salvado a la serie en numerosas ocasiones. Tal vez sea, por eso, la primera serie "moderna" de España.

7) Hierro


Candela Peña se come la pantalla y es, sin duda, el alma de Hierro. Ella y la sensibilidad de un buen guion elevan lo que de otra manera hubiera sido la enésima serie de crímenes en un lugar "exótico". Quizá le haya faltado más consistencia al caso, y pulir mejor a los personajes secundarios, pero lo que realmente importa en la serie -el carisma de la jueza, el poder de su historia personal-, funciona. Y muy bien, además.

6) El día de mañana


Pero incluso mejor que Hierro, y una de mis grandes favoritas de Movistar, ha sido El día de mañana. Una historia preciosa y cautivadora sobre la Barcelona de los años 60' y los vientos de cambio que llegaban. La serie bien podría haberse llamado "Las desgracias de Justo", pero lo cierto es que lo realmente jugoso de la historia no es tanto el protagonista (un hombre complicado y atractivo interpretado magistralmente por Oriol Pla), sino que a través de él se abordan los años finales de la represión franquista desde gran variedad de enfoques: se meten en política, fanatismo religioso, violencia policial, ámbito cultural, perspectiva obrera... es una joyita de serie, muy completa.

5) Vis a vis


No es solo que Vis a vis sea "buena" a secas; es que es extrema, poderosa. Las ficciones españolas fallan muchas veces a la hora de crear diálogos naturales, realistas, resultando muchos de ellos pesados y artificiales, pero Vis a vis sobresale y triunfa con creces donde muchas otras se estrellan tan patéticamente.

Tiene gracia (y algo de racismo) que haya sido en una serie sobre cárceles donde hemos visto representadas, por fin, una muestra más auténtica y diversa de españolas: negras, gitanas, transexuales, lesbianas, latinas, árabes... y, aunque el guion en ocasiones es tan exagerado que derrapa (la tercera temporada fue algo torpe y fallida), siempre sentimos que Vis a Vis nos da, irónicamente, autenticidad. Por esos diálogos que mencionaba, buenos, salvajes y creíbles, y su mucha, mucha potencia. Porque Zulema es, por derecho propio, la mejor villana de la televisión española. Y me muero por ver ese Oasis.

4) Skam España


Creo que no exagero si digo que Skam se ha convertido (con el permiso de Física o química, Dios la tenga en su gloria) en LA serie de adolescentes española. Con actrices sobresalientes y acordes a la edad de los personajes, empleando un lenguaje cercano y hablando con muchísima inteligencia de problemas que afectan a los adolescentes españoles. La primera temporada fue correcta sin más, pero las siguientes resultaron ser algo realmente bueno y excepcional. No es una serie de "efectismos": no hay bombas, asesinatos, persecuciones...  se basta de su naturalidad para atraparte.

Tampoco quisiera dejar de destacar la historia tan importante que han contado en su tercera temporada, en la que una de las chicas más inteligentes y feministas sufría una relación abusiva; de forma muy aguda, sin culpar a la víctima, Skam retrata lo fácil que es verse atrapada en relaciones tóxicas con abuso de poder sin que apenas nos demos cuenta, y cómo no se trata de una cuestión de estupidez ni de falta de educación, pues es algo que comienza poco a poco, como un goteo.

¿La única pega que puedo añadir? Que tendremos que sufrir esperando a la cuarta temporada, retrasada por el COVID.

3) Paquita Salas


Nunca podremos agradecer lo suficiente a los Javis el habernos dado Paquita Salas. Antes criticaba el problema de los guiones en España, que resultan pesados y artificiales en muchas ocasiones: pues bien, los Javis han logrado dar un paso más. Y dos, y tres, conectando con el lenguaje nuevo que se mueve en la actualidad. Con cariño, mamarracheo y mucha sensibilidad, han creado una serie realmente única en el conjunto de la ficción española, con ese humor "millenial" tan diferente al de las demás series. Fuente inagotable de memes, Paquita Salas es... ¿cómo describirla? Hilarante, pero también emocionante a rabiar. Para mearse de risa mientras te das una jartá a llorar.

Y mejor no hablemos de Veneno, la nueva serie de los Javis... así, a lo pronto, ya resulta un homenaje precioso a Cristina, aunque aún habrá que esperar para los siguientes.

2) Aquí no hay quien viva


No podía faltar en la lista este clásico maravilloso, inmortal, luz en nuestros corazones que es Aquí no hay quien viva. Fue una serie increíblemente moderna en su tiempo; hizo una representación excelente de personajes LGTB, haciendo humor con ellos -no a costa de ellos, como La que se avecina, que es un poco como su digievolución oscura-, y ha dejado una serie de episodios y de momentazos tan buenos, tan ingeniosos y bien escritos, que aún hoy cuesta no quedarse a mirar un capítulo cuando aparece por la televisión.

1) Motivos personales


¡Toma castaña! Nadie vio venir esta serie en el primer puesto, ¿verdad? Pues viva el vino y viva Motivos personales. En una época, como decía al comienzo del artículo, donde predominaba el estilo Los Serrano, la serie protagonizada por una gloriosa Lydia Bosch supo enganchar a media España con un guion más oscuro de lo habitual, inteligente, intrigante y bien construido que, realmente, rompió el molde. Y aunque solo sea por eso, merece estar la primera en nuestros corazones.


Isidro López (@Drolope)


Never have I ever es la nueva fantasía de Netflix

$
0
0

Son muchas las críticas que le llueven a Netflix: que no le tiembla la mano a la hora de cancelar buenas series (One day at a time, The OA, Sense8...), que prima la cantidad a la calidad, que produce a tanta velocidad que sus nuevas series "pasan de moda" en dos semanas... y puede que haya un poquito de verdad en todo eso, pero no menos cierto es que también tiene muchos méritos; y uno de ellos, innegable a mi parecer, es que es un todoterreno a la hora de producir "series juveniles" endiabladamente divertidas con una representación LGTB y racial que es gloria. Gloria.

Primero fue Sex Education, luego I'm not okay with this (una agradable sorpresa que se ve, literalmente, en un suspiro) y ahora estamos con Never have I ever, creada por Mindy Kaling. La propia autora ha volcado mucho de sí misma, de su experiencia como mujer indioamericana, en la chica protagonista: Devi es nacida de padres indios, pero criada en Estados Unidos y completamente "americanizada", reflejando así un contraste entre las dos culturas que aporta a la serie un enfoque bastante original y diferente al que estamos acostumbrados.

No obstante, por lo demás -todo hay que decirlo- no es precisamente rompedora: el concepto de la serie en sí mismo está muy trillado. ¿Cuántas series de adolescentes en el instituto hemos visto? Ya he perdido la cuenta. Y, sin embargo, resulta fresca y divertidísima. Los personajes parten de clichés (difícil, a estas alturas, no partir de ellos), pero Devi resulta entrañable y única. Una chica insegura, competitiva, que se siente fea -ojo al trasfondo racial, la crítica es fuerte-, y que solo quiere... que la quieran, como cualquier adolescente. 


Lo mejor de este tipo de series de Netflix -ya son, prácticamente, un género propio- es que tienen, como decía, un profundo trasfondo. Tras toda esa aparente banalidad, esa frivolidad y gilipolleces adolescentes, se esconde muchísima inteligencia emocional. Es un guion que está muy bien pensado. A lo largo de la serie se exploran temas como el trauma, la pérdida, el racismo, y todo ese aluvión de emociones propias de adolescentes (y, desde luego, no tan adolescentes): inseguridad, complejos, soledad, necesidad de encajar...

Las críticas por su forma de producir series le seguirán lloviendo a Netflix mientras el mundo siga siendo mundo, pero por mi parte no tengo ahora mismo ninguna que hacer. Me centro en lo que importa: que ya tenemos otra nueva serie inteligente y refrescante que veremos en un suspiro. Y será solo un suspiro, pero qué suspiro.


Isidro López (@Drolope)

Sobre Vis a Vis: Oasis: Nos hemos pasado de intensitos

$
0
0

Bien sabe Diosito lo mucho que me gusta Vis a Vis; no en vano, la incluí en mi lista de las 15 mejores series españolas. Es una serie que, con sus más y sus menos, siempre (o, al menos, en general) ha sido inteligente, atrevida, con unos diálogos gloriosos que rezumaban naturalidad y daban voz a un amplio abanico de españolas infrarrepresentadas en nuestra ficción, como gitanas, afroespañolas, lesbianas y transexuales. Una serie, en definitiva, que hacía de la intensidad y los fuegos artificiales su marca personal. Pero, cómo son las cosas, que de tantos hacer fuegos artificiales nos hemos quemado...

Recientemente, en estos tiempos petardos de cuarentena, hemos podido disfrutar en Movistar del estreno de Oasis, el spin-off (o la quinta temporada - no me queda muy claro) de Vis a Vis. En los nuevos episodios tendremos precisamente lo que nos faltó en la cuarta temporada: más de Maca y de Zulema, cuya relación conflictiva ha sido, en muchos sentidos, el alma de la serie. Cómo las habíamos echado de menos. Y, sin embargo, a qué poco me ha sabido su vuelta.

No conviene dramatizar: Oasis es, como no podía ser de otra forma, puro entretenimiento. Vis a Vis siempre tuvo ese aire de "acción estadounidense" impregnado en su misma esencia; el sistema carcelario en que se basaba, desde los módulos de la prisión hasta los autobuses en que viajaban las presas, eran de inspiración claramente yanqui, sin correspondencia con la realidad española. Y en Oasis nos dicen que están en Almería, pero el estilo, el ritmo y los paisajes nos recuerdan más bien a Hollywood. Y eso no es necesariamente malo, pero tampoco bueno.


Decía que Vis a Vis siempre ha sido una serie de fuegos artificiales. Intensita, ya me entendéis. Siempre están pasando cosas. No hay un momento de aburrimiento. Y eso está muy bien, pero porque entre medias siempre había espacio para los necesarios respiros. Conversaciones íntimas en las que se reflexionaba sobre la amistad, los errores cometidos, la soledad y la vida misma. En Oasis, sin embargo, y quizá por disponer de tan pocos episodios, han ido tan deprisa, tan directos a la acción, presentando de forma tan precipitada nuevos personajes, que todo el primer episodio no deja de sentirse como un gran cliché; como un refrito de una película de acción con los narcos latinos de siempre y la gran Zulema dando vueltas por ahí.

En el segundo episodio -el último que he visto- arreglan un poco esta cuestión, pero sigo sintiendo que a la temporada le falta alma. El personaje de Goya está metido con calzador y las nuevas, como decía, con demasiado apuro. Y la relación entre Zulema y Maca, que es lo realmente jugoso, único y original que tiene esta serie, tratada de forma demasiado superficial. Me han faltado más conversaciones, más chicha, más cara a cara entre ellas, y menos narcos random. Y aunque todo eso, efectivamente, se "arregla" algo en el segundo episodio, no deja de resultar desalentador que ya llevemos vista la mitad de Oasis y todo resulte tan impersonal.

Porque los guionistas han querido estrenarse con esos fuegos artificiales, marca Vis a Vis, y tirar la casa por la ventana nada más empezar... pero, a veces, las cosas se saborean mejor si antes se cuecen a fuego lento.


Isidro López (@Drolope)

Nos hemos quedado sin Bojack Horseman y estoy: mal

$
0
0

Creo que no fui el único que, hará unos meses, se quedó sorprendido cuando anunciaron que la sexta temporada sería la última de Bojack Horseman. La serie del maravilloso caballo depresivo estaba en plena forma, envejeciendo como un buen vino, e incluso el equipo creativo parecía tener intención de seguir mucho más - todo apunta, cómo no, a que la decisión de terminarla antes de tiempo fue de Netflix que, como ya comenté en este artículo, da alegrías y disgustos a partes iguales. De esa forma amarga y repentina escribía su punto y final una de las mejores series que ha dado la plataforma, y que deja un recuerdo y sensaciones difíciles de borrar.

El cierre de Bojack Horseman ha sido, en muchos sentidos, "predecible", pero no por ello deja de sentirse menos perfecto, pues todo encaja. El círculo se completa, y la serie hace pagar a Bojack por todas las malas decisiones que ha tomado a lo largo de su vida. Es, en muchos sentidos, desagradable. ¿Es justo que Bojack, rehabilitado y disfrutando de su nueva vida como profesor de universidad, sea castigado por acciones pasadas hace muchos años? ¿Que el nuevo Bojack pague por errores del viejo Bojack? Puede que no, pero tampoco es justo para todas esas mujeres heridas por él, como refleja ese glorioso episodio centrado en ellas, seguir sufriendo en silencio por todo lo que él les hizo y quedó impune; siendo la acción más flagrante, por supuesto, la muerte de Sarah Lynn.

Durante la sexta temporada, la serie confronta al fin a Bojack con todo lo malo que ha hecho.

Si algo ha hecho genial Bojack Horseman es hacernos empatizar con él pero, al mismo tiempo, llamarnos la atención como espectadores: porque sí, es un hombre que sufre, pero ese sufrimiento no justifica que haga daño a las personas en general, y a las mujeres muy en particular. Durante la entrevista en que toda su mierda es destapada públicamente, la periodista le pregunta cómo puede negar ese poder que ejerce sobre las mujeres. Él se muestra incrédulo, pues no siente que, con todo lo que ha sufrido y lo miserable que se siente, ejerza ningún poder sobre nadie. Pero lo hace. Es un hombre con mucho dinero que, para distraerse de ese dolor que lo ahoga, ha tomado decisiones terribles y egoístas sobre mujeres en situación de vulnerabilidad respecto a él, bien fuera por su edad, su salud mental o su situación laboral.

Lo mejor de Bojack Horseman, lo que la convierte en una serie tan única y especial, es que no tolera las gilipolleces de su protagonista. Ya hemos visto mil películas y series, y leído mil novelas, sobre "machos heridos" que no saben gestionar su dolor -pues la masculinidad en que han sido educados nunca les enseñó a ello- y arramblan con todo lo que pillan.¿Por qué casi siempre son hombres? ¿Por qué se es más permisivo con ellos? ¿Por qué en tantos casos, como en Breaking Bad, se les idolatra mientras se desprecia a su esposa por decirle que deje de ser un hijo de puta? Ellos sufren, el espectador lo ve en primera persona, y es casi como si la propia narrativa justificase así sus acciones de mierda. Pero el episodio centrado en las mujeres a quienes Bojack ha herido es brillante precisamente por eso: porque muestra que hay consecuencias, y las pone a ellas delante del foco, en primer lugar.

¿Cabe lugar para la esperanza?



Bojack Horseman en su final -un tanto "predecible", como decía- produce sensaciones ambivalentes. Hay tristeza, sensación de impotencia, pero también hay una llamada preciosa a la esperanza representada en el personaje de Princess Carolyn. Ella, que ha sufrido tantísimo a lo largo de la serie, que se ha dejado el alma luchando, parece ser "recompensada" por la narrativa. Consigue a Ruthie, la hija que siempre quiso, y además triunfa en el amor mientras mantiene el éxito profesional. No se queda anclada en el pasado ni necesita la "bendición" de Bojack para seguir. Es como si la propia serie usara a Princess Carolyn como espejo frente a Bojack; quizá ella sí "merezca" todo eso, porque ella también ha sufrido pero, a diferencia de él, no ha ido machacando ni abusando de todas las personas de su vida - lo que le lleva a ser "castigado" con la pérdida de su hermana.

Este es, sin duda, otro de los grandes puntos a favor de una serie tan lúcida como Bojack Horseman, pues no se pierde en lamentos emo petardos y eternos y pone a sus personajes a trabajar para resolver sus problemas, viendo resultados especialmente satisfactorios en Princess Carolyn y, en menor medida, en Diane, que también mantiene el amor y escribe una novela infantil sobre las aventuras de una detective encantadora; ello la acerca al hijo de su novio y la hace sentir que esa es una forma válida de crecer, de resarcirse por el dolor que padeció siendo pequeña y de crear algo bonito, algo "útil", que haga disfrutar a los demás y la haga sentirse mejor consigo misma. A través de ella parecen querer decirnos que la lucha contra la depresión es algo constante, de por vida, que incluso requiere medicación pero que, a larga, da sus frutos.

Pero, ¿dónde queda Bojack? Parece que todos, incluso Todd, han avanzado... excepto él. ¿Ha "pagado" ya por sus crímenes? ¿Nunca terminará de hacerlo? La serie no da respuestas fáciles, porque no las hay. Quizá, al igual que todas las mujeres a quienes ha herido de por vida, tenga que aprender a vivir con ello. Quizá nunca merezca ser perdonado del todo. ¿Hay errores tan grandes que no tienen remedio? No es casualidad, pues, que Bojack Horseman termine con una escena de él y Diane juntos en el tejado, como guiño a sus inicios, mirando a las estrellas. Como si la serie quisiera reconectar con la mejor parte de él y detenerlo todo en ese preciso momento. "Puede que sea trabajo de todos el salvarnos los unos a los otros", dice Diane. Y, efectivamente, no hay otra lectura posible. En lugar de ser destructivos y egoístas, como Bojack, la única solución que queda es apoyarnos los unos en los otros, o nunca podremos salir de nuestra mierda.


Isidro López (@Drolope)

¿Por qué las series siguen redimiendo a machitos fuckboys de puta mierda?

$
0
0

Señor, llévame pronto. Llévame pronto porque estoy cansado de ver cantidad de personajes en distintas series que son, en esencia, el mismo: el típico hombre machito, hipermasculino, que tiene una actitud de mierda con todos y todas (especialmente con todas) y para el que, sin embargo, las series escriben arcos de redención constantemente. 

Ya lo dijo Mariano Rajoy, sabio entre los sabios: somos sentimientos y tenemos seres humanos. Y, efectivamente, todo se basa en que esos fuckboys de puta mierda al final tienen sentimientos. Son personas despreciables pero, ey, que lo son porque sufren, ¿sabes? Y hay algo tan emocionante en ver cómo esos machotes son tan malos porque, en el fondo, están pasándolo tan mal. 


Lo que realmente me molesta de todo esto es que al final la cuestión se reduce a algo muy simple: son una fantasía sexual. Una fantasía sexual super cutre y lamentable, pero tan anclada en el pensamiento colectivo como el Titanic en el fondo del océano. Parece que nos excite la idea de follarnos a un macarra, un machote, un big macho man que nos eche un buen polvo. Pero, al mismo tiempo, y como no habría Dios que conviva más de cinco minutos con una persona así de insufrible, lo que realmente nos pone es la idea de cambiarlo; que bajo toda esa fachada se esconda alguien bueno y con seres humanos. Digo, con sentimientos.

Y como este es un caramelo tan jugoso, son incontables las series que se lanzan a presentarnos personajes de este estilo, con los que el espectador se acaba emocionando rápida, intensa y, en muchos casos, morbosamente. Lo problemático de estas narrativas es que parecen justificarles todo: al final parece que dé igual todas las cabronadas que hacen, porque son redimidos; si están siendo personas despreciables, como decía, es porque tienen algún trauma familiar o alguna historia triste de fondo que les exime de toda culpa.


Como explicaba en este artículo, Bojack Horseman (maravillosa, sublime, única, nunca la misma, luz de mis ojos) es una de las pocas series que yo he visto que termina con esta narrativa tóxica, pues confronta a Bojack con todas sus acciones de mierda contra las mujeres y le hace pagar por ello. No obstante, en su gran mayoría estos machitos son justificados y disculpados de tener que lidiar con las consecuencias de sus actos.

Son muchos ejemplos, pero uno reciente que me viene a la cabeza es Berlín de La casa de papel (que incluí en mi lista de mejores series españolas, pero no por ello exenta de problemas). Es un personaje repugnante, que comete un acto imperdonable contra una mujer en las primeras temporadas -no digo más por evitar destripes innecesarios-, pero a quien, incomprensiblemente, la propia narrativa parece disculpar y endiosar constantemente. Sí, ha hecho todo eso pero, pobrecito, que lo está pasando muy mal. Vamos a pasar los últimos episodios mostrando flashbacks de su boda, dándole grandes frases y momentos. Es casi como si te obligasen aquerer a alguien que sabes que no es buena persona y que ni ganas tiene de disculparse por ello.


Otro fuckboy clásico sería, por ejemplo, el macarra de la tercera temporada de Stranger Things. El hermano de la niña pelirroja. ¿Que cómo se llama? Qué más da. El caso es que él es el perfecto arquetipo de fuckboy de serie adolescente: guapo, buenorro y un capullo integral. Pero al final todo queda exculpado porque, oh, quería mucho a su madre muerta (?). ¿Es esa realmente forma de hacer lidiar a un personaje con las consecuencias de sus actos? ¿Por qué estos personajes suelen ser hombres casi siempre y son glorificados y exculpados de esta manera? ¿Al final con un "lo siento" todo se arregla? Chuck de Gossip Girl, Damon de The Vampire Diaries… y suma y sigue.

Con esto no quiero decir, evidentemente, que no se pueda hablar de hombres complicados, tóxicos, abusivos. A lo que me refiero es que esta formaconcreta de hablar de ellos no es interesante y deja mucho que desear. Se basa en esa fantasía sexual que nos tendríamos, honestamente, que analizar a fondo. ¿Por qué excita a tantos y tantas un hombre rudo, machote, guay, de malas maneras que al final, oh, se convierte en buenazo? La vida real no es así, y quizá por eso nos gusta tanto verlo en una serie. Pero, por favor...



Isidro López (@Drolope)

Viewing all 1377 articles
Browse latest View live